Madrid, noche de lunes, panorama aburrido pero dos atractivas opciones. Primera y ciertamente onanista: Botella de Jim Beam, par de limones y pequeño bote de clavo en el maletero dispuestos a combinarse en unos deliciosos hot whiskys antes de afrontar una noche de sueño reparador; o segunda y bastante más socializadora. Dirigirme calle arriba hasta el Moe club donde todos los lunes toca mi buen amigo y durante años colega de atril Javier Arévalo, en este caso haciendo hueco entre shows televisivos, brillantes musicales de broadway y demás saraos para acompañar al gran jazzman neoyorkino Bob Sands, que durante mas de diez años ha sabido formar con osadía y romanticismo una agrupación engrasada y trabajada que parte tímpanos.
El garito a cosa de las diez y media se encontraba prácticamente vacío. Iluso de mí al pensar que una gran big band con diecisiete miembros encajada meticulosamente en la pared me iba a apabullar solo a mí cual mosquito contra la barra, pero evidentemente y de manera progresiva el club se llenó hasta la bandera.
Bob asintió y exclamó – Muy bien, ya estáis mas de diecisiete fuera del escenario así que podemos empezar – tras la risotada general arrancaron con la increíble “Groovin’ hard” del mítico batería Buddy Rich, para saborear a la que probablemente sea la mejor big band del estado. A destacar la primera improvisación de la noche a cargo de Bob, seguida por el magnífico trompetista Antonio Ximénez, que durante toda la actuación arrancó al personal cantidad de ovaciones así como también en la replica el experimentado trombonista Norman Hogue con el que he tenido el placer y el honor de compartir blues session en alguna ocasión alucinando también a la entendida parroquia con su feeling a la bara.
Mientras tanto diversos personajes mas o menos conocidos aparecían ante mis ojos. Incluyendo la leyenda y enciclopedia humana del jazz, el gran Cifu, popularmente conocido por ser el alma mater del mítico Jazz entre amigos y actualmente a cargo del programa “A todo jazz” en RNE3 – es amigo de Bob y se sabe todos y cada uno de nuestros nombres – me afirmaba mi colega ya en el descanso entre pases. También media plantilla de la sección de baloncesto del Real Madrid hacía acto de aparición robándonos la visión con sus hercúleas envergaduras mientras se entremezclaban standards más o menos conocidos como el “Out of nowhwere” de Bing Crosby, el espectacular ”Make it good” o el “Shine stars” del autentico padre del invento Count Basie.
Una noche repleta de buen, potente y personal jazz, que podéis vivir cada primer día de semana en Moe Club. Supongo que en los cincuenta también en New Orleans los Lunes sabían a Viernes.
Check it out!
Miguel Angel Ortiz