CUMPLEAÑOS AGRIDULCE PARA LA SONRISA DE JULIA

LA SONRISA DE JULIA

20ENE2012- INDEPENDANCE- MADRID

No suspendimos el concierto porque estaba todo vendido y no queríamos dejar tirada a la gente”. Así relata Marcos Cao, cantante de La Sonrisa de Julia, las primeras impresiones al llegar a la salaIndependance de Madrid, en la que el pasado viernes, 20 de enero, su banda ofrecía el primer concierto de los muchos con los que el grupo celebrará su décimo cumpleaños. El músico se encontró con un aforo excesivo (que si bien no sobrepasaba la legalidad, sí impedía disfrutar con plenitud del recital) y un equipo de sonido que presagiaba una malísima experiencia.

Iba a ser una noche especial. La Sonrisa de Julia estrenaba nuevo set eléctrico, celebraba cumpleaños y además daba la bienvenida a Curro (teclado), fundador de la banda que durante los dos últimos discos ha estado fuera de la formación. Es por eso que querían rodearse de buenos amigos como Alberto Jiménez (Miss Caffeína)David Otero (El Pescao) para celebrarlo con su público por todo lo alto. Y sí, acabó siendo especial, pero por motivos bien distintos.

La historia arranca en septiembre del pasado año, cuando la banda -que se daba a conocer en 2004  con su álbum Caminos diferentes –  recibió una oferta del local madrileño para formar parte de un ciclo de conciertos acústicos en los que ya habían participado Supersubmarina Polock. “Preferimos una actuación eléctrica”, replicó la banda. Y la sala no le puso impedimentos. “Por desgracia”, dicen los artistas. Continúan: “Cuando llegamos allí, se nos cayó el alma a los pies. Empezamos a tocar y vimos que el local no reunía las condiciones para una actuación eléctrica. No teníamos ni idea de que el concierto iba a ser esa basura. Estamos avergonzados”, cuenta Marcos Cao, después del concierto, horrorizado por las condiciones del sonido.

Para Cao, otro de los problemas fue la aglomeración de asistentes (380 personas): “El tío [la sala Independance] vendió muchas más entradas de las que podía vender. La gente no veía ni oía.” Según explica el líder de La Sonrisa de Julia, el aforo del local es superior a 250 personas, pero para dar conciertos no se pueden vender más de esas entradas para garantizar que todo el mundo pueda disfrutar del espectáculo: “Aforo había, claro, pero es como si yo en el salón de mi casa doy un concierto y meto a gente en la cocina.”

Desde la sala, Daniel Arranz, responsable de programación relata: “Cumplimos con la legalidad establecida, se vendieron 380 entradas porque se podían vender esas entradas”. Explica además que el precio de la entrada hubiera aumentado “considerablemente” si en lugar de vender casi 400 se hubieran vendido sólo 250. Cao añade: “Nosotros no nos llevamos nada de la venta de las entradas. Aceptamos tocar por un pequeño caché. El problema es cuando a la sala sólo le interesa el dinero y no la música”.

Afortunadamente no todo fue malo, a pesar de las dificultades los chicos de La Sonrisa de Julia se vieron apoyados por sus fans : “Cuando acabó el concierto vino mucha gente a saludarme y yo no tenía ganas de saludar a nadie pero se acercó a mi un chaval y me sacó cuatro discos nuestros para que se los firmara. Eso me transmitió tanto cariño y tanta ilusión”. Con una sonrisa en la boca, un orgulloso Marcos presume de fans: “ La gente se portó genial. Tenemos un público que es increíble de agradecido, cantan desde la primera canción hasta la última.” Además tiene unas palabras de agradecimiento a sus compañeros David Otero y Alberto Jiménez: “ fueron unos profesionales y no dudaron en subirse al escenario y apoyarnos”.

Sea como fuere, La Sonrisa de Julia se siente estafada por las condiciones del recital. Independance lo niega todo. Y entre el público, hay opiniones para todos los gustos. Como la de Luis, que tuvo que abandonar el local por la falta de visibilidad y las molestias de un sonido estridente. O la de Carmen, quien asegura que disfrutó del concierto de La Sonrisa de Julia, “como una niña pequeña”.

Diez años sonriendo

Han pasado diez años desde que en 2004 La Sonrisa de Julia se hicieran un hueco en el panorama musical de nuestro país. La ilusión por hacer lo que más les gusta sigue intacta, han aprendido a no tener miedo y ahora aseguran, están más unidos que nunca: “La vuelta de Curro nos ha dado una energía increíble. Hemos encontrado un canal en el que los tres disfrutamos mucho haciendo cosas juntos. Es la primera vez que sentimos eso, y hemos tardado diez años.” asegura Marcos, junto a él, Curro y Raúl celebrarán este especial cumpleaños con un especial repertorio en el que rescatarán temas que nunca han tocado en directo (“El instante”, “América”…). Se trata de un set eléctrico formado por guitarra, batería y teclado en el que el último juega un papel muy importante: “Curro con el teclado toca los bajos y el Hammond que sale por otro canal distinto. Estoy seguro de que hay gente que va a pensar que llevamos algo grabado, pero en realidad lo está tocando todo Curro” explica Marcos.

En relación al próximo disco, lo único que pueden adelantar es que tendrá una lírica luminosa a lo Walt Disney. Ahí queda eso.

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MMC

Fotos: Stefania Piras

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