JOE ECEIZA

23ENE12-BÚHO REAL-MADRID

Para la Real Academia Española un “drama” es aquel suceso de la vida real, capaz de interesar y conmover vivamente. Si a esto le añades algo oscuro, enigmático y lo transformas en una canción, el resultado puede  ser, además de conmovedor, un tanto perturbador, desconcertante.

El pasado 23 de enero Joe Eceiza arrastraba hasta Búho Real este tipo de historias que le vienen acompañando desde la disolución de su anterior formación Le Punk. Aunque en aquella banda se encargaba de la guitarra y los coros, en alguna ocasión le vimos coger las riendas (tanto a la voz como a la composición) de temas como “Sirena Desafinada” o “He Vuelto a Amanecer”, ambas incluidas en Mátame , disco de Le Punk editado en 2008. Deshecha la agrupación, Joe ha continuado desarrollando la elegancia para hacer canciones ya que el músico es otra de las grandes aportaciones que nos ha dejado el productivo (musicalmente hablando) barrio madrileño de la Alameda de Osuna. Como tal, ofrece canciones que llevan el sello de calidad de la mayoría de los músicos que han salido de ahí. Inmerso en otros atractivos proyectos como el de Látigos Calientes , Pablo Galiano o Rubén Pozo (Pereza), Joe además saca tiempo para sus propias composiciones que, si hay un dios y éste es justo, verán la luz tarde o temprano.

Los dramas  de Joe llegan a convertirse  en los nuestros y su voz  en la vía de escape de preocupaciones que nos da vergüenza reconocer. En un sólo concierto es capaz de enamorarse de los defectos de una  Reina del drama, también de escribirle una canción para el día de su boda y finalmente acabar como un iluso diciendo adiós. Pero todo esto no lo hace solo, con amigos es más fácil. Es por eso que Búho Real se llenó de experimentados artistas. Es posible que hubiese más músicos que mortales normales y corrientes en la sala. Algunos se quedaron entre el público (Vikxie, Héctor Tuya, Pablo Galiano…), pero otros subieron al escenario. Nacho ayudó con su saxo a desarrollar el tema “El Día de Tu Boda”, César Pop  hizo doblete con acordeón y guitarra en canciones como “La Noche” o la agradable “No Están Aquí”, Gorka Menchaca  al contrabajo y Tuli al clarinete en “Nunca Una Canción” (enamoró a una musa y la hizo volver).

La velada concluyó con “Canción Del Iluso” y un entregado público pidiendo más. Es lo que pasa cuando las historias – más si son turbias y dramáticas- salen del músico y llegan directamente al que las escucha,  pasan de ser particulares a universales. Se convierten, en cierto modo, en  un bálsamo conformista para los que las hacen suyas.

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MMC