VIAJE A LAS PROFUNDIDADES DEL ROCK CON HOT LEGS

HOT LEGS

31ENE12-SALA CARACOL, MADRID

Joe Cocker, Jimi Hendrix, Ray Charles, Rolling Stones… poco más se le puede pedir a una noche de rock y psicodelia. Si a estos músicos añadimos otras almas licenciosas como las de Carlos Tarque (M Clan) Sara Íñiguez (Rubia) Rubén Pozo (Pereza), Leiva (Pereza), Josu García (Tequila) y Jokin Salaverria ( Jonny Kaplan) la explosiva mezcla tiene nombre, Hot y apellido Legs. Poco más de 72 horas hicieron falta para que Hot Legs, la banda de versiones de clásicos del rock de los 60 y 70, agotaran las 500 entradas para el concierto que ofrecieron el pasado martes,  31 de enero, en la sala madrileña Caracol.

Hot Legs,  que debe su nombre al clásico de Rod Steward con el que arrancaron el concierto, no necesitó ni publicidad, ni meses de antelación para anunciar el bolo. A las 20.30 horas (dos horas antes de que comenzaran a tocar 84, teloneros de la noche) una legión de incondicionales ya hacía cola a las puertas de la sala para conseguir alguna entrada. Algunos tuvieron suerte, otros se quedaron fuera. Es sabido que los conciertos de Hot Legs suelen ser sorpresa y que aún así, el sold out siempre está garantizado.

Tarque y Sara a la cabeza,  Rubén y Josu a la guitarra, Leiva a la batería, y Jokin al bajo fueron capaces de convertir una fría y sosa noche de martes en un lisérgico ritual que tuvo sus momentos álgidos en canciones como “Mustang Sally”, original de Wilson Pickett , que Hot Legs interpretó junto a  Jimmy Barnatán o “Down on the corner” de Creedence Clearwater Revival.

Las colaboraciones comenzaron desde le principio de la noche, cuando Sara subió al escenario a interpretar junto a los jóvenes de 84 “Bad time”, de Grand Funk Railroad. 84, ya solos, también se atrevieron con “Born to be wild”, de Steppenwolf. Los chicos, que están presentado las canciones de su último disco, La Hierba Bajo El Asfalto, presentaron una formación mucho más sólida que en ocasiones anteriores y supieron hacerse con un público que, en principio, no iba a verlos a ellos.

Otra colaboración especial fue la de Alejo Estivel que casi al final del concierto recuperó un par de clásicos de Tequila (“Necesito un Trago” y “Me Vuelvo Loco”) para reinterpretarlos junto a sus camaradas. El ambiente fue el de unos colegas que en mitad de una noche de farra se meten en un Karaoke. La circular velada  concluyó como había empezado, con Hot Legs, si cabe, más fogosa y pretenciosa que la que había sonado quince canciones atrás.

MMC

 

 

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