ALFA, CAMALEÓNICO Y ANTI-CONVENCIONALISMOS

Cada mañana coge el autobús 43 para ir a trabajar a la editorial de una multinacional donde desempeña un puesto de oficinista a media jornada. Se entusiasma cuando encuentra un sitio- puede sentarse y así disfrutar de uno de sus vicios, leer-. Devora libros de todo tipo, desde historias malas de piratas, súper héroes, viejos rockeros, incluso, Best Sellers. Lleva una vida bastante tranquila, o eso dice, corre un par de días a la semana- su record está en una hora y veinte minutos-  y atiende  regularmente a sus clases de piano. La entrañable ancianita que tiene como profesora le está enseñando el arte de la disciplina, algo que asegura, acaba de descubrir. Ha recorrido distintos caminos, siempre musicales, durante su vida, sin embargo, ahora, a sus 38 años ha ido a parar al más arcaico de todos ellos: El rock a secas. Alfredo Fernández estrena carrera en solitario bajo el nombre de Alfa. Su carta de presentación es 22 de Octubre y una vez más ha vuelto a desconcertar a los seguidores que ya se habían acostumbrado al sonido de Le Punk y que en su día lo hicieron al de Buenas Noches Rose.

No por su excesos, a lo Jim Morrison, más bien por lo camaleónico de su trayectoria, se podría decir que Alfa es el Rey Lagarto de La Alameda de Osuna.

¿Quién es?

Madrileño de nacimiento pero de padres asturianos, desde pequeño Alfredo se vio obligado a cambiar de casa constantemente debido al trabajo de su padre. Vivió en Madrid, en Asturias, también en Valencia, en Castellón y finalmente reparó en la Alameda de Osuna. A los 19 años sus padres decidieron volver a Asturias pero él, que por aquella época ya había formado Buenas Noches Rose, la mítica banda que marcaría un antes y un después en la concepción del hard rock de raíces clásicas en el circuito de grupos madrileño, decidió quedarse en Madrid. Ganaba unas 80.000 pesetas al mes  “era un mocoso y llevaba a casa casi el mismo dinero que mi padre”, admite Alfredo, así que decidió ocupar una habitación en casa de su hermana mayor.

Rock star y señalizador de carreteras

Compuso su primera canción con 13 años: “era espantosa” bromea. Se llamaba Rock city night, y la tocaba con Mazo, un grupo de adolescentes con hormonas alteradas de octavo de E.G.B. Cuando cumplió 18 y obligado por el Servicio Social Sustitutorio (por el que no tuvo que ir a la mili…) trabajó durante 13 meses de profesor de música en la cárcel de Carabanchel. Allí formó un grupo de rock con dos presos, hacían versiones de Topo, Asfalto…y finalmente ofrecieron un par conciertos: “ El concierto en la cárcel de mujeres es lo más impresionante que he visto yo en mi vida”, admite Alfredo, “Los vídeos de chicas gritando en los conciertos de Los Beatles, no es nada comparado con lo que viví yo ese día. Las presas estaban desatadas, hacían gestos oscenos… era terrible. Hasta tal punto que tenían un termómetro en la sala y si subía cierta temperatura cortaban el concierto.” Esa experiencia marcaría a un joven Alfredo que en aquel año (1995) grabó su primer disco con Buenas Noches Rose.

La banda se completaba con  Jordy Skywalker (voz), Juampa Otero (bajo),  Rubén Pozo (guitarra) y Rober Aracil (batería). Los Rose poseían un sonido crudo con aires stonianos y una pintas que llamaban la atención en aquella época. La actitud y las letras (la mayoría compuestas por Alfa) les llevaron a ser considerados por los lectores de Rolling Stone como una de las bandas con mejor disco debut de la historia del rock español.

Después de su disolución , en el año 1999, Alfa comienza a trabajar en una empresa de señalización de carreteras junto a Rubén (Pereza): “Pintábamos pasos de cebra y poníamos señales. Era horrible porque la pintura olía fatal y era súper tóxica”. Les pagaban muy mal pero estaban contentos, era una empresa que daba trabajo a muchos músicos y podían trabajar todos juntos. “Después monté un bar con unos amigos de la Alameda”, relata Alfa. De ahí quizás nació el amor por la música balcánica y la fusión de sonidos de tangos, swing y rock que originaron Le Punk. La banda, que se disolvió hace dos años, publicó cuatro discos y fue el semillero de grandes músicos que hemos visto posteriormente en formaciones como Pereza (el propio Leiva fue batería de Le Punk), Nena Daconte o Xoél López.

Nuevos aires

Alfa, hace ahora dos años, decidió echarse la guitarra al hombro y juntar un puñado de buenos temas para tocarlos por distintas ciudades de España. Llevaba años girando con una banda, por lo que la experiencia iba a ser , por lo menos, reveladora. El objetivo era medir la reacción del público ante las nuevas canciones que el músico tenía la intención de grabar, temas crudos con aires intimistas y que llevababan irremediablemente al rock y al blues más primitivo.  Parece que las sensaciones fueron buenas, porque poco después Alfa se metía en el estudio de grabación para dar forma a 22 de Octubre, su primer Ep en solitario que se presentaba la misma fecha del año pasado.  Todo apunta a que muy pronto Alfa mostrará su segundo ep- la idea del músico es publicar trabajos cortos cada 4 o 5 meses- y lo podremos ver, ahora sí, arropado por una banda de músico excepcionales. Ignacio Khoury a la guitarra, Pax (La Vaca Azul) a la batería y Dani “Patillas” (Le Punk) al bajo.

De acordes a desacuerdos

El amor, el desamor y todos los sentimientos que giran alrededor de ellos, impregnan las canciones de Alfa quien, además de músico, es sobre todo escritor. En sus temas relata historias que admite, son reflejo de unos sentimiento llevados al límite. Es un extremista en todos los sentidos. Lo mismo hace un tango que divaga por los senderos el hard rock, igual te ama desatadamente un día, pero tiene la necesidad extrema de dejarte al siguiente. La relación más duradera que ha tenido ha sido de dos años pero todo se acabó: “Llega un punto en el que las relaciones empiezan a ir enserio, la gente quiere tener hijos,  y ese tipo de cosas y yo, … yo no puedo, no me veo capaz”. Le gustan los niños, eso sí, le parecen simpáticos, pero ya está. “Es una postura que deberían adquirir el 90% de las personas de este planeta”, sonríe afablemente, “ todo el mundo puede tener hijos, pero la mayoría no están capacitados para criarlos”. Ahora, ni está enamorado, ni tiene pareja.

Entre sus fans…Raperos, actores y Bunbury

Aunque por modestia no lo reconoce, entre sus filas de seguidores Alfredo cuenta con incondicionales que lo apoyan en todos sus proyectos. Desde el rapero Flaco, que ha colaborado con él en temas como ‘Europa’ – canción que se incluía en 2008 en el disco Mátame de Le Punk – hasta seguidores algo más mediáticos como el propio Enrique Bunbury. La amistad con el maño comenzó en una ceremonia de los premios de la Música en la que ‘La Virgen de la Soledad’, de Le Punk,  estaba nominada a Mejor Canción de Grupo Revelación. Un intercambio de mails a raíz de esa gala, bastó para que finalmente se conocieran: “Quedamos, estuvimos tomando unos tequilas en una cantina mexicana y surgió el amor” sonríe Alfredo. Después de esto Enrique produjo ‘Te llevo en el Corazón’, canción incluida en Mátame.

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Precisamente de ese tema se grabó un simpático videoclip  en el que actores como Raúl Arévalo, Font García o Canco Rodríguez, caricaturizaban a los músicos. En el vídeo,  el propio Alfredo ejerce de maestro de ceremonias interpretando al director del clip.

No es extraño encontrarse a ninguno de ellos en los conciertos de Alfredo, al igual que no es raro encontrarnos a Alfredo colaborando con alguno de ellos en sus trabajos. El pasado miércoles , 1 de febrero, acompañó a Enrique Bunbury en el primero de sus conciertos en La Riviera dentro de la gira de Licenciado Cantinas.

Curiosidades

Alfa vive en el barrio madrileño de Lavapiés, sin televisión, sólo libros y música. Durante un tiempo (8 meses) estuvo viviendo en un prostíbulo sin saberlo: “ me enteré que era un prostíbulo cuando una tarde Rubén (Pozo) vino a tocar a casa, nos quedamos sin tabaco y fue a comprar al bar de al lado. Me dijo: ‘tío, esto es un prostíbulo’”.  Después de eso se mudó y comenzó a vivir con Datz (batería actual de Rubén Pozo, Pablo Galiano…). Le gusta la naturaleza, el campo y hacer turismo visitando a sus amigos. El galgo fibroso con ganas de salir de la portada de 22 de Octubre, es obra de José Girl, la mujer de Bunbury.

MMC

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