‘REFLEXIONES’, MANOLO TARANCÓN

Todos tenemos manías. Mordernos desesperadamente las uñas, subir o bajar el volumen de la música hasta conseguir un número par cuando vas en el coche, dejar alguna luz encendida por la noche antes de ir a dormir. Sin embargo, parece que Manolo Tarancón (Valencia 1978) tiene todas esas y más, 826 en concreto. Entre ellas, atrapar en letras en castellano melodías minuciosas de raíces folk-rock. Todo ello sin importarle estrellarse en el camino, una idea que aparece en repetidas ocasiones a lo largo de los temas de Reflexiones, el cuarto disco del valenciano. Reflexiones ha sido editado por el joven sello La Viejita Música, creado por él mismo y otro conocido del género, el también músico leonés Fabián,  y en cuyo catálogo se encuentran otros prometedores talentos como el cartagenero Carlos Madrid

‘Última esperanza’ y ¡Más de mil manías’ abren un trabajo en el que los perdedores se disfrazan de ignorantes y las trampas, de caminos que llevan a precipicios. Los acentos surf de la parte instrumental de ‘Buenos tiempos’ hacen de este tema, tercero del disco, una canción ociosa, delicada en apariencia, de regusto agridulce al tragar: la felicidad es efímera y el final se asoma en cada segundero. Manolo “corre por correr, sin importarle el destino” pero sí la perfección del camino que está haciendo.  Las atmósferas sonoras del instrumentalViejas fotos o del lisérgico paseo fronterizo de ‘Reflexión#2′ son ejemplo del cuidado trabajo de producción a cargo de Paco Loco, Carlos Soler y Paco Morillas, a medio camino entre Cádiz y Valencia.

Con aire de ranchera sinvergüenza- y con halo de noiseplanetero-, ‘Se me fue de las manos’,  que ha servido de single de adelanto, es sin duda la canción más festiva. Concluye con unos coros taberneros que gritan y brindan a los cuatro vientos “Y no nos mires, que los ojos delatan que la noche otra vez, se nos fue de las manos”. La última parte del trabajo la protagonizan ‘Capri’, adaptación del tema original de Hervé Villard, Capri C´Est Fini, cantada a dos voces junto a Carol, de Limbotheque, (grupo valenciano a tener en cuenta) y ‘Me quedé en el medio’, que recupera la temática de caídas y tropiezos que abre el álbum. El punto y final de este circular cuaderno de reflexiones lo pone ‘Doncella dormida’, una última rúbrica instrumental a piano.

MMC

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