LUIS DEL ROTO, ‘YO FUI EL ASESINO’

 

Una frase como “Siempre que muero descubro que yo fui el asesino” sirvió de inspiración a Luis del Roto (Madrid, 1985) para titular su primer disco: Yo fui el asesino. La sentencia, cuyo artífice es Gonzalo Muñoz, amigo casi hermano del músico, define muy bien la esencia del álbum.Es un trabajo lleno de historias que cuentan sin querer contar y que juegan al despiste con una  verborrea sorprendentemente madura y ágil para la edad de Luis y una ironía mordaz y elegante. Yo fui el asesino, además de ser el primer trabajo del joven músico (que ha pasado por formaciones como Los Incoherentes)  es la puesta de largo de El Cascanueces, el sello independiente creado por Héctor Tuya y los chicos de Estación Sonora que tiene su sede central en los estudios de grabación de Bailén 37. Las circunstancias que rodean al trabajo, lejos de ser ignoradas, deben ser resaltadas, sobre todo teniendo en cuenta lo importante que son las iniciativas de este tipo en tiempos en los que la irreverente realidad nos estalla en la cara.

Yo fui el asesino es un conjunto de símbolos que como si de un crimen se tratase, deben ser examinados con detenimiento para llegar a lo más profundo de ellos. Luis además tiene una forma muy peculiar de cantar y frasear que juega a su favor. Caminando por los senderos del folck rock a los que llegó escandalosamente Dylan en la segunda mitad de los 60, Luis de Roto habla de vivencias personales a través de protagonistas como viudas o músicos de orquesta que deambulan por canciones como ‘Apesta’ , ‘Chocolate y Malta’ (de su etapa con los Incoherentes), ‘Empezar’, que abre el disco, o ‘Pisadas de media noche’. El trabajo ha contado con la participación de otros músicos como Alfredo González, Miguel Herrero (de los estudios asturianos ACME), Roberto Collado (Ilegales, Bull y lo Búfalos) o Pablo Galiano que junto a Héctor Tuya y el propio Luis del Roto interpretan uno de los platos fuertes del disco, ‘Miss integridad’.  El secreto del asegurado futuro éxito de Yo fui el asesino está en que en la producción  se ha sabido hacer grande y dar importancia a cosas que aparentemente no la tenían. No se ha descuidado ni un solo instrumento, por pequeño que fuera, desde una pandereta hasta un banjo o cualquier shaker, todo está cuidadísimo. Porque los detalles al fin y al cabo, por mucho que a Luis no le gusten las frases hechas, son los que mueven el mundo. Y hechos con cariño más.

La pre-presentación de este disco para prensa y amigos se producía hace algunos días en la Galería de Arte Bat, dónde el músico quiso fusionar su obra con la pictórica tenebrista y oscura del artista cubano Gustavo Díaz Sosa que estaba expuesta en aquel momento.  La presentación oficial será esta misma noche en la zona lounge de Siroco con una formación de batería, dos guitarras y contrabajista. La entrada son cinco euros y allí se podrá obtener el trabajo físico.

Sí, es cierto, ‘La ciudad huele a negocio sucio y apesta a disimulo’ pero creo que merece la pena quedarse en ella para seguir descubriendo  todo lo que nos tiene que cantar  Luis del Roto.

MMC

 

 

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