La Casa con Ruedas nacía de forma oficial el año 2006, con la salida del primer disco homónimo de Radiojam. Creo que fue ese mismo año cuando conocí a Julio Demonio. Soy muy malo acordándome de algunos detalles, no se si fue él o fui yo el que hizo la primera llamada, el caso es que, un año después, en una fiesta que organizamos en Almería, en la Sala Zaguán, lo conocí personalmente. En aquella fiesta también estaban Carlos Madrid y Saúl, o Hepburn, desde Sevilla, que ahora se llama Lullaby.
Por aquel entonces aún presentaba los temas de su primer EP Uno Imagina, que publicaba un año antes. Recuerdo que me enganchó desde el minuto uno. Hacía tiempo que no lo oia, de hecho lo estoy escuchando de fondo mientras escribo estas palabras, sigue siendo genial. La formula de Julio Demonio es simple, folk rock de influencia americana, guitarras acústicas, sin batería, muy Dylan la verdad. Es la primera referencia que acude a la cabeza al oirlo, pero uno no puede evitar seguir escuchando la historia. Ese es el verdadero valor de la música de Julio, las historias que cuenta en sus canciones. De los cuatro temas propios de este primer EP no podría decir nada negativo, tampoco de las dos adaptaciones al español de “Dont Think Twice” de Dylan y de “Good To See You” de Neil Young, pero sin duda tengo especial cariño por los dos primeros temas, “Desde el piso veintitrés” y “Pequeño Hombre”.
Dos años después salía a la luz La Trampa de la Hormiga León. La segunda referencia de Julio contaba con seis temas de cosecha propia, y consigue, desde mi punto de vista, superar el altísimo listón de Uno Imagina. Demonio asumie más riesgos, sobre todo en las letras, mucho más cinematográficas, a través de las que vamos conociendo personajes a través de cuyas historias se cuelan temáticas como la denuncia social, el paso del tiempo o la redención vital. En cuanto a la producción, se reafirma en su camino de simpleza y desnudez, acústicas, arreglos con eléctrica y armónicas. Para mi, y se que no soy nadie, es un clásico. Aconsejo escuchar la canción que da nombre al disco, tiene mucho sentido en los tiempos que corren.
El año 2010 vuelve con su tercer disco, El Doble Sentido. En este trabajo abandona los temas de larga duración de sus anteriores discos y encontramos ocho canciones, versión de “Pasionate Kisses” de Lucinda Williams incluída, de poco más de tres minutos de media de duración. También las historias se vuelven más personales, cantando en primera persona, menos épico, con una especial intención a las relaciones de pareja en sus letras. Una mirada al interior que plasma con especial maestría en temas como “Con Vistas a la Autopista” o “El Hombre Hogera”.
Este año 2012 es el año de El Mundo Inocente. Otros siete temas que siguen la tendencia iniciada con El Doble Sentido, si bien este disco es bastante más luminoso, más positivo. En él encontramos temas de corte clásico en la trayectoria de Julio, como “Tiempo de Amar” y otros que demuestran el mestizaje musical del que bebe el jienense, como “El Mundo Inocente”. En este año, el destino, igual que hiciera hace ya seis años con La Casa con Ruedas, ha querido unir el camino de Julio con el del pequeño sello independiente Luscinia Discos, que ha editado físicamente este último trabajo y también nos ofrece una reedición de La Trampa de la Hormiga León.
Los tiempos miserables en los que nos toca vivir y que nos obligan a perder nuestro tiempo en conseguir dinero para pagar hipotecas olvidando, no solo cosas gigantes como nuestros sueños, sino cosas pequeñas, como tomar una cerveza con buena gente, nos impiden coincidir. Eso sí, para La Casa con Ruedas siempre es un placer recibir de vez en cuando alguna de las cartas de Julio o de las grandes reseñas de discos o conciertos que nos regala a veces. Espero poderme encontrar pronto con él, pero si pasa por tu ciudad, deberías ir a verle, no te arrepentirás. Prometido.
Miguel LCR