Dicen que nació en el lugar equivocado, que visitaba las huertas valencianas en las cálidas tardes de julio, pero que en su cabeza sonaba sin parar la música de Tennessse, Memphis, Arizona o Winsconsin. El tipo lleva barbas de granjero americano y dice que es un cantautor acompañado por una banda de rock. Un músico que en lugar de escuchar discos de Silvio Rodríguez, se decanta por las canciones de Wilco, Bonnie Prince Billy o Damien Jurado. Se llama Miguel Ángel Landete y estos meses presenta con su grupo Senior i el Cor Brutal un segundo disco con el nombre de Gran (La Casa Calba / Malatesta Records, 2011). La producción ha corrido a cargo de Raül Fernández “Refree” y es una colección de doce canciones cantadas en catalán, si acaso más profundas y acústicas que su anterior álbum L´experiència gratificant de 2009, pero que en cualquier caso están cerradas con buen gusto.
Me llama la atención esa combinación de música tradicional folk y los ecos de la americana, esa miscelánea de guitarras eléctricas que recuerdan a Neil Young con banjos y timples, ese olor a campo mediterráneo y, al mismo tiempo, la influencia de la música popular que puedes oír, en un momento dado, en Nueva Ordelans. Miguel Ángel sabe conjugar con acierto estos espacios y nos ofrece un trabajo cuidado y encantador. Hace poco le preguntaron cómo definiría su estilo y la respuesta siempre es la misma: valenciana. “¿De qué otro modo lo podría llamar? Hago americana, pero en Valencia”.
En la primera canción, Gran que da título al disco, nos presenta una letra que es un ataque directo a los políticos que nos gobiernan y ya desde un primer momento uno comienza a observar en esta formación un posicionamiento que hoy por hoy puede resultar, cuanto menos, necesario en estos tiempos que corren. La canción avanza y el texto finaliza con un rotundo “quin fill de puta més gran!”. El propio Landete señala que estas canciones, entre líneas, invitan a reflexionar sobre cómo acabar con el poder de banqueros, políticos y obispos, entre otras historias. Una fórmula perfecta que Senior i el Cor Brutal sabe sostener con destreza y vigilando los detalles del rock y de la música folk.
Uno disfruta con discos como Gran y se sorprende cuando después ya de varias escuchas recae ligeramente en la lengua en la que está cantada, cuando, ya apenas sin entender la mayor parte del texto, observa que está ante un disco repleto de momentos emotivos que son un halago para el oído, por lo que cuenta y por cómo lo cuenta.