Por fin pasó La Granja Festival y reactivamos el ritmo normal de nuestra web. Lo hacemos con una banda de la que ya hemos hablado alguna vez por aquí, La Débil, y de su último disco, Sángrala. El segundo disco de los toledanos sigue la senda del primero, Lucha Perro, y le da más sentido un proyecto musical cada vez más interesante. Hace tiempo definía la música de La Débil como el estilo musical que sonará después del fin del mundo, entre ruinas y noches eternas, en zonas peligrosas. Sus canciones suenan a oraciones a dioses nuevos, a sacrificios.

Su propuesta musical es lo más alejado del público que he oído, inclasificable, chamánico, inconscientemente te hace descofiar, “mister Hydes” del rock. Doce temas de los que tres son interludios y otros tres superan los ocho minutos. Más redondo que Lucha Perro, este LP tiene más sentido musical, pero sigue bebiendo de las mismas fuentes de agua agria.  Hay canciones que siguen teniendo lo que me atrevo a denominar “marca de la casa”, como “Sángrala” o “Averigua Cual”, pero ,en general, el LP es un paso adelante estilístico como demuestran absolutos temazos como “Rosario”, “Ten Cuidado” o “Camión”. Soprende la melodía sobre base noise de “Uralita”, un capricho estilístico en cuyos terrenos la formación no se había adentrado con tanta intención anteriormente. Destacar también lo que voy a llamar, a falta de algún adjetivo mejor,  post folklore de “La Flor del Azafran”. El disco acaba con los casi 20 minutos de la amenazante “Rite Rite”… genial.

Siempre es gratificante encontrar propuestas que escapan de los caminos establecidos, descubrir a gente que no le importa destrozar su coche yendo campo a través es simplemente lo mejor.

Miguel LCR