“Soy un corredor de fondo, y funciono mejor cuando me han dado por perdido”, cantaba Rubén Pozo en ‘Voy a comerte‘, tema incluido en Aviones, su último disco con Pereza. Esa sentencia podría resumir, a grandes rasgos, la trayecotria musical, y quizás personal, de un músico que, con tan sólo 17 años, conocía el éxito de mano de Buenas Noches Rose, y que poco tiempo después veía cómo la banda, en pleno apogeo, se disolvía. Más tarde vendría Pereza y un final inesperado: en el momento en el que tocaban ante 12.000 personas. Todo se iba a la mierda, otra vez. Suponemos que Pozo se crece ante las adversidades y la muestra de ello son canciones como las incluidas en Lo que más, el primer disco en solitario del exPereza. Este viernes, 5 de octubre, estará presentándolas en los Teatro del Canal, dentro de los ciclos de conciertos Mahou que se están desarrollando en ese espacio y por los que pasarán otros grupos como Jorge Drexler, 84 o Nodozurdo. Antes de esta cita, hemos hablado con él. Esto es lo que nos ha contado.

.-Todo el mundo coincide en que ‘Lo que más’ es un disco muy “Rubén Pozo”, muy sincero. No sé si a ti te está llegando eso.

Me lo tomo como un piropo cuando me lo dicen, pero me pregunto ¿eso está bien o  no? (risas). Realmente he hecho el disco que quería hacer, como lo quería hacer y con quién lo quería hacer. Igual te mueres un día y no has dejado hecho un disco que digas joé, este es. Y con ‘Lo que más’ me he quedado muy a gusto.

.- ¿Le gusta a la gente la sinceridad?

No lo sé. Yo hace años sí que tenía un poco de pudor al contar las cosas en las canciones. Pero creo que me lo he quitado tanto, que ya no me doy cuenta. La gente que escribe canciones pone mucho de su vida al escribirlas, por lo menos yo lo hago. Aunque trate de no escribir sobre mí, siempre se acaba yendo para allá. Hay sinceridad que me parece que es la estándar al hacer canciones, no sé.

.- A pesar del toque gamberro, simpático… de muchas de las canciones, como ‘Pegatina’, por ejemplo,  por lo general, este disco incluye letras que cantan cosa difíciles de contar.

Creo que soy más cantautor que rockero, me trabajo mucho las letras y eso hace que no todo el mundo entre en ellas. Hay gente que no presta atención a las letras, no a las mías, en general. Pero que está bien, cada uno pilla las canciones a su manera. Para hacer una canción lo primero que tengo que tener es algo que contar sino, no me sale nada.

A mí me gusta escuchar canciones y entender lo que estoy escuchando. Hay canciones con tres frases resultonas en las que no puedo seguir el hilo y no me gusta hacerme la paranoia, no es mi estilo y no es lo que me gusta. Quiero llegar a un amplio abanico de gente, desde a alguien de 14 años hasta una persona de 60.

.- Estas son unas canciones que se concibieron como parte de un disco de Pereza, que finalmente no llegó a hacerse. ¿Habrían salido las mismas canciones si, desde el principio, se hubiesen creado para un disco de Rubén Pozo en solitario?

Creo que hubieran salido igual. Porque cuando compongo no estoy pensando en la banda que lo va a tocar. Estoy pensando que lo que estoy escribiendo va a guitarra y voz, y quiero que sea emocionante, que transmita. Eso ya me parece un milagro que suceda. Siempre he trabajado con formato batería, bajo, guitarra, teclado, a veces. Si hubiese sido para Pereza o para quien fuera, hubieran sido las mismas canciones. No hubiera cambiado de repertorio.

.- Últimamente te estamos viendo en un formato acústico, sin banda. A músicos de tu nivel, también les afecta el aumento del I.V.A y los recortes ¿no?

A la gente le cuesta, cada vez más, pagar un tiket, y a los músicos lo que único que nos quedaba era el directo, la venta de discos ya es una cosa casi anecdótica. Pero bueno, es algo que  se suma a la crisis que hay en todos los sectores de la población. Si te gusta esto, si ya has hecho de esto tu profesión, tienes que estar a las duras y a las maduras…

Yo ahora, joé, a lo mejor no me he podido permitir un concierto con toda la banda en algún sitio, pero un día fui a ver un concierto de un colega en acústico y dije, ostras, pues voy a dar uno yo solo con la guitarra. Que me apetece tocar. Hay veces que cuando me da para ir con la banda, me voy con la banda, y cuando no, pues me voy con la guitarra. Me gustaría ir siempre con la banda, porque es como he concebido el disco, pero bueno, también estoy descubriendo muchas cosas yendo yo sola con la guitarra, me gusta mucho hacerlo.

.- ¿Crees que esta situación va hacer que futuras músicos se queden en el camino?.

No sé, yo creo que quien lo tiene que hacer, lo va a hacer. No creo que haya sido fácil para nadie. Está la crisis, pero cuando yo empezaba era súper difícil que te vieran y fichar por una compañía. Y he currado en mil cosas, porque las canciones no me daban para comer, quiero decir, que esto no es fácil. No hay finiquitos, no hay baja por enfermedad, es parte del trato. Si funciona, funciona muy bien pero si no, tienes que compatibilizarlo con otras cosas.

.- Algo que tampoco está ayudando mucho a la difusión de la música es la Legislación, las normativas municipales que impiden a menores de edad entrar en una sala de conciertos. Esto es algo que te afecta de forma directa, buena parte de los fans de Pereza, están en esa franja de edad.

Para mi es Expediente X pero igual que es expediente X que Gallardón no deje abortar a un madre que tiene un feto que va a salir con malformación. Creo que hay mil maneras de hacer que un menor entre a las salas y no beba alcohol. Siempre va a haber trampillas, como las hay en todas las cosas. Joé, a ver si ahora la culpa de que los chavales se emborrachen va a ser los conciertos. No. Los chavales no pueden beber en los conciertos y da igual, se lo van a beber todo antes y después, es una tontería. Es una pena porque cuando tienes 16 y 17 años hay un nivel de fanatismo increíble, necesitas muy vitalmente entrar a ese concierto, y eso, los músicos, nos lo estamos perdiendo en salas pequeñas.

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.- Con 17 años no puedes entrar a ver un concierto, pero tampoco puedes tocar en una sala, si eres músico…

George Harrison con 17 años tuvo que volverse de Hamburgo porque no era mayor de edad, y era el guitarra de los Beatles. Es lo que hay. A mí no me ha pasado, pero porque nadie me pidió nunca el carné.

.- ¿Y has vistos conciertos en garitos con esa edad?

Está mal que lo diga. Pero he acabado entrando. Me lo he montando de tal manera que no me pedían el carné y si me lo pedían, lo tenía trucado. Está mal, pero es la verdad. Cuando me dicen chavales : tío, no puedo entrar a tu concierto… yo no digo nada, pero vamos pienso: a tu edad, obraba en consecuencia

.- Cuando Leo (hijo pequeño de Rubén) tenga 15 años, ¿lo ayudarás a hacer esas trampas?

¡Claro! Yo le diré: Hijo, cuélate. Lo digo con la boca grande. ¡¡Colaos!! Menores, colaos en los conciertos, claro que sí, la música es cultura. Tratad de que no os pidan el DNI, pintados bigote, ponedos tetas…no sé, hacer lo que sea, pero colaos (risas).

.- Antes de verano te escuchábamos en un programa especial que realizaba Mariskal Rock  para celebrar los 50 años de los Rolling Stone. ¿Qué ha supuesto una banda como esa para ti?

Son mis amigos (risas). Sin conocerlos, lo son. Es la banda para los tiempos difíciles y divertidos. Cuando estoy en una mala época, llega un momento en el que escuchas canciones muy lánguidas, que te hacen regodearte en tu miseria, pero llega un momento en que pongo a los Rolling y digo: A tomar por culo!.No sé, me hacen ver las cosas con humor. Me gusta su música, sus fotos, sus pintas, las carátulas de sus discos. La verdad es que conmigo han dado en el clavo, conmigo acertaron.

.- En ese mismo programa de Mariskal Rock, otro de los invitados, Alfa, comentó que la primera cinta que había tenido de los Rolling Stones, se la habías pasado tú.

Joé… estábamos en el instituto, montamos Buenas Noches Rose. Tocábamos juntos pero él era más heavy, yo era más rockerillo. Yo le pasaba a los Rolling, a lo Who, a los Bealtes y él me pasaba a muchos grupos de la escena más heavy rock de Los Ángeles, tipo Guns n Roses. Qué recuerdos…

.- Hablando de Buenas Noches Rose, ¿En qué punto está la relación con el resto de tus compañeros? ¿Habría posibilidad de volver a veros juntos en un escenario?

Para mí está bonito donde está. Hicimos tres discos, éramos colegas, queríamos comernos el mundo, giramos mucho, dimos muchos conciertos y seguimos siendo amigos. Nos encontramos y es una maravilla y porque nos seguimos riendo de las mismas tonterías que hace años.  Lo bonito es dejarlo así. En mi biografía personal me da un toque molón, de paso por banda underground, que me gusta (risas).

.- En el blog de tu página web, escribes que con el inicio de esta nueva etapa, estás aprendiendo a mirar ciudades, bares y personas que ya conocías, de otra forma. ¿Hay que mirar ahora a Rubén Pozo de otra forma?

No lo sé, solo pienso que a lo mejor hay gente que viene de Pereza y a lo mejor no pilla mi disco. No sé si hay que mirarme con otros ojos. Hay que escucharme sin prejuicios, ya está. Tengo un público que viene de Pereza, pero también tengo un público que no le gustaba Pereza pero que quizás le pueda gustar lo mío.

.- En el documental de Baires, que refleja la gira que Pereza hizo por Argentina con ‘Aproximaciones’, hablabais de la magia de volver a ser desconocido en un país. De empezar de cero en un sitio en el que la gente no sabía quién eras. ¿Es una sensación similar a la de ahora, que te ha tocado arrancar a ti solo?

En Argentina, claro, estábamos empezando, pero luego veníamos a España y ahí estaba la red, nuestro público.  En ese sentido, ahora, voy sin red. Tengo la red de ser conocido en la música, mi bagaje, pero vamos… siento que es menos juego. Antes era el juego de estar como empezando otra vez, pero ahora no. Viendo cómo va la cosa, sé que estoy empezando de verdad y que no tengo el comodín de Pereza. No estoy jugando a que empiezo otra vez, estoy empezando otra vez.

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MMC