(I PARTE)

Con ese lema lo dejan todo claro. No quieren etiquetas. La riqueza de su música reside en la bipolaridad de canciones que han surgido en momentos inesperados, en paisajes lejanos apartados de la sociedad y en un momento vital en el que todo encajaba. La Sonrisa de Julia  está presentando “El hombre que olvidó su nombre”, un trabajo que sigue la estela de “Bipolar” pero da un paso más hacia la confianza y seguridad de una banda que no ha pasado siempre por buenos momentos. Uno de los más críticos fue la marcha de su antiguo teclista Curro Moral. Sobre este tema nos hablan Marcos, Raúl y sorprendentemente el propio Curro que se apuntó a la entrevista con La Casa con Ruedas.  No te pierdas al final de esta primera parte de la entrevista el saludo que nos dejaron para la web!!

.- En el tercer disco ya anunciabais que erais bipolares y en este la patología continúa. Sois románticos, cínicos, auténticos, ridículos, ateos, místicos…

Marcos: Desde el principio hay un hilo conductor en muchas de nuestras canciones que es la lucha contra las etiquetas. Decir que soy bipolar es decir que puedo ser dos cosas contrarias a la vez y en Puedo, como acabas de decir, pues también. Siempre en cada disco hay un par de canciones así, en Libres por ejemplo “no eres tú el dueño de mi identidad”. En el mundo en el que vivimos todo se etiqueta muchísimo y de una manera muy simple. Simplemente la música ya se distingue entre comercial o indie. Últimamente, no sé por qué, dicen que somos independientes y nos hace mucha gracia, no somos ni independientes ni comerciales, la música y la vida es mucho más compleja que una etiqueta. La música es mucho más rica que eso.

Raúl: En el disco también se da. El estilo no es uno definido. Vamos jugando con distintos estilos.

.- Eso sucede no sólo entre canción y canción, incluso una misma canción puede dar un giro tremendo al final como el caso de El Hombre Que Olvidó Su Nombre.

Marcos: ¡Exacto!

(Marcos, Raúl y Curro se ponen a canturrear y palmear la parte final de este tema)

Marcos: Es parte de la liberación que tuvimos en Bipolar que nos liberamos de la búsqueda de un solo sonido  y este disco todavía más. Si se nos ocurría una coda que no tuviera nada que ver con la canción pero que nos gustase, la incluíamos. En América también sucede (risas).

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.-Siguiendo con el tema de las patologías, también informáis en este trabajo de que estáis locos…

Raúl: Que conste que unos más que otros

Marcos: ¡Nueva información, nuevo boletín informativo de La Sonrisa de Julia, estamos locos! (risas).El anterior era una bipolaridad concreta y este es en general. Es una canción que le gusta a todo el mundo incluido a nosotros. La tocamos en acústico y funciona muy bien, la tocamos en eléctrico y también y yo creo que eso es síntoma de que es un buen tema. El estribillo de esa canción surgió en dos segundos, después de un momento de ……amor (risas).Se me pasó por la cabeza: “Uff me has vuelto loco, decirte que me ha gustado es poco”, os lo juro (risas). Dije: “perdón, me tengo que ir” (risas) y me fui, me fui. Bajé al cuarto con la guitarra y dije: “uff, esto es una canción”. Lo que hay alrededor de ese estribillo es la artesanía de una canción pero fue así.

.- Las canciones, como vemos pueden surgir en el momento más insospechado…

Marcos: En este disco sobre todo. Han surgido sin buscarlas, de situaciones como esta, de muchos paseos, montando en bicicleta, haciendo surf, haciendo el amor como te he dicho, buceando también me ha ocurrido. Se te ocurre una melodía, estás con ella en la cabeza tres horas y cuando salgo cojo el móvil, la grabo (risas)

.- ¿Por qué olvidó su nombre ese hombre?

Marcos: Tiene que ver con el proceso vital que ha habido antes de crear el disco. Vivíamos en Madrid con una multinacional y decidimos irnos. Pasamos largas temporadas en una casa perdida de un pueblecito de Cantabria. Pasamos largas temporadas allí metidos ensayando, trabajando y viviendo de otra manera. Raúl llego a pasar allí hasta seis meses concentrado, en ese campamento musical (risas).

Fue una manera de vida totalmente distinta a la que vivíamos en Madrid. Madrid socialmente me encanta pero no deja ser un monstruo de ciudad donde el hombre impera a base de que lo demás desaparezca. Toda esa energía se refleja en este disco. Hubo un proceso de metamorfosis, de olvidar nuestra vida pasada.

.- El disco por lo tanto no habría sido igual si se hubiese hecho en Madrid ¿no?

Marcos: No, no. Igual hubiera sido mejor, no lo sabemos

.- Curro coge las riendas de la entrevista y pregunta: “ ¿La vida os lleva allí y entonces la música pasa allí o es al revés?

Marcos: La vida nos lleva allí.

Raúl: se nota mucho porque en Madrid estás atado a horarios, al local, al transporte… sin embargo allí yo recuerdo estar cenando un día y ser las doce y media y de repente decir: “¿oye, bajamos al local que tengo una idea?”. Entonces bajas, la tocas … el tiempo parece que se estira.

.- Curro sigue preguntando: “Eso en el disco se nota ¿no?”

Marcos: se nota incluso en las letras. A mí siempre me ha costado mucho hacer letras y este disco me ha costado mucho menos. Bipolar es un disco que se nota que hay un desgarramiento, una crisis. Este disco se nota una seguridad que antes no la había. Tiene que ver con que la perspectiva vital de cada uno era nueva. Estamos mucho más seguros de lo que queremos en la vida. Eso te marca a la hora de escribir. A veces tienes que resolver una parte de tu vida para que la otra, la de la música se quede tranquila, relajada y poder disfrutar de ella.

.- Habéis tenido que olvidar lo hecho hasta el momento, pero ¿qué más cosas os gustaría olvidar?

Marcos: Bueno, pues yo creo que el ejemplo perfecto es este. Estamos haciendo esta entrevista junto a Curro Moral, nuestro ex teclista y posiblemente futuro teclista de La Sonrisa. Evidentemente te gustaría olvidar cosas como lo que ha ocurrido en Japón, pero no lo puedes olvidar, ni tampoco a lo mejor quieres porque está ahí, ha ocurrido.

En nuestra carrera nosotros tuvimos mucho éxito mediático en el primer disco, en el segundo cero, hubo momentos muy críticos, cuando Curro se fue del grupo que él y yo discutíamos mucho…Pero sinceramente cuando estás en el presente, en un buen momento como el que está Curro y como estamos nosotros, todo lo que te ha ocurrido en el pasado encaja. Si estás ahora así es porque eso ha ocurrido. Si hubiéramos tenido un mega éxito brutal, no nos hubiéramos esforzado tanto para hacer discos como Bipolar o como El Hombre que Olvidó Su nombre…Estamos tan contentos de estar aquí con Curro, lo bien que nos llevamos, y haber hecho estos discos…que vemos que ese pasado encaja y que es el culpable de que estemos aquí ahora mismo haciendo esta entrevista. No queremos olvidar nada.

Curro: Los cubanos tienen un dicho que dice “lo que sucede, conviene”.

.-Curro, tú desde fuera, ¿Cómo has visto la evolución del grupo?

Curro: Yo he visto una evolución muy gorda. Las composiciones son distintas a cuando estaba yo pero por otro lado son más simples…Me veo lejos de ellas pero son simples, muy bonitas. Me gusta mucho cómo han evolucionado, están  evolucionando todavía .

.- ¿Estás involucrado ahora mismo en otros proyectos?

Curro: Sí, bueno, yo tengo mi vida, mis proyectos, mi música… sin ninguna pretensión tampoco de tener éxito ni nada de eso. Disfrutándolo y bien.

Marcos: Aprovecha y di algún nombre!

Curro: (risas), sí, sí, tengo mi grupo que se llama Bonafonte, que no Buenafuente (risas) y otro que se llama Darkland. Uno es en inglés, otro en castellano, no tienen nada que ver…

To be continued…

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MMC