Me toca hablar de “Rooom” y lo haré con mucho gusto. Para los que no lo conozcan, se trata del espectáculo creado por Standstill para presentar su último disco “Adelante Bonaparte” (Buena Suerte, 2010), editado el año pasado por su propio sello.

Un poco de historia reciente para ponernos en situación: tras sorprender a propios y extraños con una obra maestra (y subrayo lo de obra) como fue “Vivalaguerra” (Buena Suerte, 2006), Enric Montefusco se decantó por dar una nueva vuelta de tuerca al sonido de la banda, presentando una música más íntima y personal, pero sin perder la intensidad. Así, “Adelante Bonaparte” fue un disco conceptual (si se me permite usar el término) donde las melodías arropaban la historia que quiere transmitir. Es de agradecer, en los tiempos que corren, el encontrar una propuesta musical donde se respire por completo el alma del artista que la compone; por ello, hay que reconocerle a Enric el valor del que ha hecho gala al editar un disco arriesgado donde comparte recuerdos y experiencias tan personales a lo largo de las 20 canciones que componen los tres episodios en los que se divide el álbum (recordemos que “Adelante Bonaparte” se presentaba como un triple EP).

El caso es que, el que suscribe, tenía previsto viajar a Cataluña esos días. Se me ocurrió, aunque no entraba dentro de la ruta, hacer un giro en el camino para asistir a una de las representaciones de “Rooom” y os puedo decir que no fue perder el tiempo. “Adelante Bonaparte” merecía una buena presentación en directo y con “Rooom” se ha hecho realidad (no sé cuántos bolos llevarán ya a sus espaldas). El escenario del Auditori Municipal de Vilafranca del Penedés fue invadido por la música de Standstill cuyos miembros interpretaron a la perfección todos los temas del triple EP mientras se proyectaban imágenes en tres grandes pantallas a modo de pared de fondo y que enmarcaban al grupo e ilustraban la música. Es destacable cómo los temas del disco cobran una enorme fuerza en directo. Fue aplastante el sonido de la batería de Ricky Lavado y el bajo de Ricky Falkner y la combinación de percusiones a las que se unió Piti Elvira cuando no tocaba la guitarra. Los músicos se fueron intercambiando los instrumentos en cada interpretación, ya que una de las premisas de “Adelante Bonaparte” es utilizar distintos sets instrumentales para cada canción, e incluso apareció el trombón en “Elefante”. Todo el público absorto, silencio absoluto entre canción y canción roto únicamente por los aplausos que agradecían que por fin un grupo español se curre la puesta en escena con estos espectáculos audiovisuales (no es la primera vez que Standstill une música y artes escénicas, ya lo hicieron en sus dos anteriores trabajos). Desde “Todos de pie” a “Canción sin fin”, pasando por “El resplandor” o “Cuando ella toca el piano”, fueron sonando una a una esas canciones destinadas a quedar en las mentes y los corazones de todos los que pudieron asistir a esta representación de Rooom. El grupo, en definitiva, consiguió lo que se proponía desde que, hace ya un par de años, empezaran con el proyecto: cariño, respeto y atención. Un aplauso para ellos.

Ojalá tengamos ocasión de disfrutar del espectáculo por estos lares.

Arturo Córdoba Aguirre