Una sola escucha los delata. Hay talento, ganas y buen hacer en su música. Adentrándonos más en su disco debut, vemos que Carpophonica, desde una base clásica de pop-rock saben llevar las canciones de “Teatro de Cristal” por el blues, el jazz y hacernos vibrar hasta con tintes de hard rock. Mezclado y producido por Pablo Villuendas (Estudio The Soundkitchen, Salamanca), el primer disco de esta banda madrileña salía  a la venta el 11 de octubre.

Carpophonica es la demostración de cómo un “cúmulo de buenas intenciones y de cervezas compartidas” puede llegar a mutar en una banda que ya con un primer trabajo muestran una madurez en su sonido. Patricia Dégano es la voz solista, Pablo Ruiz se encarga de las guitarras, Alex Gómez es el bajista y Charlie Estrada está al mando de la batería. Tienen algo muy importante que a veces se olvida cuando se lleva mucho tiempo tocando: ilusión. “Los días de conciertos son especiales. Cualquier músico que lo haya vivido creo que opinará lo mismo. No sé si después de años y años en la carretera seguirá sucendiendo…” confiesan en el peculiar cuaderno bitácora que es su web.

Lo admiten en su blog y lo demuestran en su sonido, como todo músico quieren y necesitan  dar conciertos. No es para menos, sus temas son carne de directo, desde Contradicción, que abre el disco, hasta El Ojo del Idiota pasando por Disparando a la Memoría.  Todas las canciones son en español, todas menos Black Betty, el séptimo corte del álbum.  Aunque nada tiene que ver con el Black Betty que popularizó Ram Jam con el que luego se atreverían otros artistas como la propia Sheryl Crow, lo cierto es que tiene el desgarro y la fuerza de la guitarra del bueno de Bill Bartlett.

Tienen un toque extraño y atrayente  a lo Alanis Morissette mezclada con Metallica. Riffs y sonidos muy recomendables, sí señor!

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MMC