LUTHEA SALOM: “ESTADOS UNIDOS PARECE EL PARAÍSO MUSICAL PARA MUCHOS, PERO LA REALIDAD ES MUY DISTINTA A LO QUE UNO SE IMAGINA”.

Luthea Salom es una persona que ha hecho de la suela de sus zapatos el camino por el que ha caminado desde que emigrara con sus padres a Canadá. Tiempo más tarde, pasaría por España, Londres y Nueva York, donde actualmente reside. Allí se ha hecho un nombre dentro del selecto círculo de músicos que tocan en los clubs, gracias al trabajo y a sus tres trabajos discográficos. Entre Marzo, Abril y Mayo presentará el último de ellos por las salas españolas.

Charly: Para empezar… yo me pregunto si Lucía, conocida como Luthea, que ahora, en mayor o menor medida, es más protagonista, se siente realizada.

Luthea: Diría que me siento realizada en algunos aspectos. Considero que he logrado muchas cosas con los años de carrera que llevo, pero aun así queda mucho territorio que recorrer aun para poder decir plenamente que me siento realizada… pero no sé si eso de sentirse realizada va con el arte o los artistas y si llegará ese día… ya que siempre parece haber un nuevo horizonte.

C: Pero vayamos por parte. Tus padres deciden irse a vivir a Fredericton (Canadá), donde tú pasaste la infancia. Vuelves a Barcelona hasta que viajas a Londres y de ahí a Nueva York. Chica, ¿tenías claro lo que pretendías hacer con tu vida?

L: (Risas) No sé. Lo que tenía claro ya de niña es que prefería pasar horas dibujando cómics, inventándome juegos con cajas de huevos y piedras o aprendiéndome las canciones de Abba, Lou Reed, Rolling Stones, David Bowie, a pie de letra en el sótano de nuestra casa de campo, mientras mi primos y hermanos correteaban por el jardín o se bañaban en la piscina. Siempre fui muy creativa y ahora veo que era de esperar que mi vida tomase este rumbo. Ahora de mayor, a parte de componer todos mis temas (música y letra), también diseño, dibujo, edito vídeos…

C: ¿Y con la música? Londres fue el lugar donde te iniciaste, además colaborando con Bo Walton. ¿Tenías claro como ibas a conducirte por este camino de piedras?

L: No. ¡No tenía ni idea! La verdad es que nunca tuve un “plan de vida”. Marché a Inglaterra en parte porque necesitaba retornar a mis raíces anglosajonas, en parte por curiosidad, y sí, también en parte porque quería meterme en el mundillo de la música y probar suerte. Una vez ahí fui a varias audiciones y me acabaron cogiendo en dos grupos. A Bo Walton le gusté también porque soy menudita (risas). Así se veía mejor en el escenario… ¡No es un tipo muy alto que digamos!

C: Aunque ya tocabas por La Costa Brava cuando tenías trece años, ¿no? Añado que grabaste algunas maquetas antes de irte definitivamente de España.

L: Fue todo a la vez. Me cogió un grupo de Jazz de ahí porque se les había marchado la cantante y tenían todo el verano cogido para actuar en un restaurante fino de La Costa Brava donde yo veraneaba con mi abuela. En los ensayos, sin yo saberlo, me ponían a prueba haciéndome cantar temas que solo me habían tocado una vez, con lo que, para no hacerlos parar y quedar mal, ¡me iba inventando la melodía prácticamente! (Risas). Yo pensaba que era así como se hacía, que los grupos a penas escuchaban la música que versionaban… Como ves, era, y sigo siendo, ¡bastante ingenua en ciertas cosas! No tenía ni idea de que me lo hacían a drede para ver que era lo que “compondría” para salirme del paso. Más adelante el guitarrista y líder de ese grupo me dijo que lo mío sería la composición, ya que le impresionó muchísimo como me defendía creando una melodía a marchas forzadas en esos ensayos. Más tarde me recomendó a un productor con el que hice mi primerísima maqueta ¡y de ahí empezó todo!

C: Pero no comenzaste a ponerte “seria” hasta que entró el año 2000. ¿Correcto? Fue entonces (un año o dos después) cuando grabaste tu primer disco, titulado ‘Out of without’.

L: Sí, cierto. En aquella época aun no me había planteado muchas cosas. Quería ser cantante y guitarrista, eso lo tenía claro, pero no se me había ocurrido aun componer mis propias canciones. Era tan joven que pensaba que las canciones solo las componían los grandes, como Bowie, Stones, etc… (¡de nuevo ingenua!). Y que los demás hacíamos versiones (risas). Así que me metí en dos grupos londinenses como cantante de coros y guitarrista rítmica, mientras estudiaba Jazz en una famosa escuela de música de ahí. Fue más adelante cuando un buen amigo mío me aconsejó que compusiera mis propios temas y que buscase también hacer carrera en solitario paralelamente a esos proyectos de grupo. Los grupos tuvieron sus dificultades y acabaron disolviéndose y yo continué con mi carrera en solitario. Grabé una maqueta con mis primeros temas y en seguida fui descubierta. Y así, de alguna manera, empezó todo a colocarse en su sitio.

C: ¿Qué tal crees que funcionó para ser la primera vez? Además con el apoyo del canadiense Malcolm Burn. ¡Canadá volvía a aparecer!

L: Cierto. ¡Canadá volvió a aparecer en mi vida! Aunque Malcolm Burn llevaba ya más de diez años afincado en Estados Unidos y había perdido muchos de sus rasgos canadienses (risas). Trabajar con Malcolm fue un súper-reto. Como era la primera vez que trabajaba con alguien de ese nivel no tenía demasiados referentes y por lo tanto opté por no opinar mucho durante la grabación a pesar de sentir que había cosas que no iban como yo quería que fuesen. Decidí poner mi plena confianza en el productor. Con lo que debo decir que al final Out of without fue un disco que me dejó bastante frustrada en muchos aspectos, aunque en otros también me ayudó a crecer muchísimo. Por suerte son muchos críticos de música quienes consideran Out of without un disco ejemplar, ¡incluso de coleccionismo! Pero yo he de confesar que de los tres que he sacado hasta el momento, es el que siento más lejano a mí, aunque no por eso le tengo menos estima.

C: Me doy cuenta de que lograste buenos contactos pese a no haber tenido una ciudad fija. ¿Cada nueva ciudad donde vivías era como empezar de cero? ¿Costaba conseguir contactos? Si estoy en lo cierto… lograste contactar con Burn por unas maquetas que le llegaron de Frank Andrada, Mondicor Records.

L: Cada ciudad es un mundo, pero en realidad el mundo que importa es el que lleva cada uno dentro… y ese, aunque vayas de una ciudad a otra, crece y madura con cierta lógica y constancia a pesar de lo que te envuelve en el exterior. De Londres fui a Barcelona, donde caí en manos de Frank Andrada (Ex A&R de Island Records) quien me fichó para su editorial. Con él grabé maqueta tras maqueta de mis temas nuevos a medida que los iba componiendo y luego él las hizo circular por el mundillo hasta ficharme para Mondicor Records, una compañía independiente asentada en Mónaco y dirigida por un componente de los Scorpions. Luego hicimos una única maqueta a guitarra y voz con la colección de quince temas que escogimos para hacer el CD. La enviamos a varios productores punteros de los Estados Unidos, y fueron varios los que respondieron positivamente, pero Malcolm Burn fue el que acabó invitándome a su estudio en Nueva Orleans y con el que acabé grabando mi primer CD. Más adelante esa misma maqueta forma parte de la nueva edición de Out of without: un digipack doble con el CD producido y el CD de las primeras maquetas originales de esos temas.

C: Después de aquella etapa llegaste incluso a telonear a Alanis Morissette, Norah Jones y Emmylou Harris, que yo sepa. De hecho escribiste un par de temas para Emmylou Harris. ¿Qué sucedió al final? Creo que ella dijo que le gustaban, pero que no las cantaría.

L: Después de grabar mi primer CD me fui metiendo más y más en el mundillo, hice amigos… y grandes artistas me invitaron a talonearles, como fue el caso de Emmylou Harris, Norah Jones, etc. Malcolm Burn produjo varios CDs de Emmylou Harris con lo cual nos conocimos más en profundidad. Ella necesitaba temas para su próximo disco y me ofrecí a componer junto a Malcolm. Al final no acabó incluyéndolos en su CD porque, aunque le gustó mucho, en realidad tenemos estilos muy diferentes, y no fuimos capaces de componer un tema Country a su estilo que fuese algo con lo que ella se sintiera identificada.

C: Y hay que destacar que trabajaste con Jane Scarpantoni, violinista de Lou Reed, para este primer trabajo. Me consta que fue ella quien dijo que Lou Reed escuchaba tu disco en el iPod… será la anécdota que más te cansada contar.

L: Sí (risas). ¡Es la anécdota sobre mí más contada en los medios! Jane y yo nos conocimos también a través de Malcolm. Ella ha participado en muchos discos que ha grabado Malcolm y a parte es una gran cellista muy buscada en Estados Unidos. Con lo que fue un privilegio tenerla en mi grabación y ¡aun más que luego nos hiciéramos buenas amigas! Lou Reed la contrató para su gira mundial del 2003 y cuando vinieron a Barcelona casualmente yo estaba ahí y tuve la oportunidad de conocerle en persona y fue cuando le pasé mi CD. Unos meses más tarde volví a coincidir con él en una cena benéfica y fue ahí donde me dijo que tenía mi CD en su iPod. Más adelante, cuando se lo conté a Jane, ella me confirmó que era cierto. ¡Y así fue!

C: Pero no vuelves a entrar en un estudio hasta 2007. Mucho tiempo, demasiado entre disco y disco. Pero aun así componías y tocabas. ¿Eras consciente de que tanto espacio de tiempo podía hacerte caer de la cresta de la ola?

L: Bueno, la verdad es que a lo largo del 2003 Malcolm Burn y yo fuimos grabando a oleadas y en diferentes países y estudios lo que sería mi segundo disco, el cual salió al mercado en el 2004 bajo el título de Incessant spinning. Se agotaron las copias en el 2005 a la vez que me invitaron a participar en una compilación llamada Imagining Bowie. Para este proyecto me reuní con Valentí Adell en Sabadell (Barcelona) donde grabamos mi versión de ‘Rebel rebel’, la cual más adelante se colocó en muchas listas de radios punteras de Estados Unidos, España, Francia… Y como mi compañía discográfica del momento (Out Music) tenían que fabricar nuevas copias de Incessant spinning por razones de marketing decidieron remasterizar el CD, añadir ‘Rebel rebel’ junto a otro tema bonus y titularlo de otra manera, creando también una nueva portada y concepto de diseño.

C: Ese disco se llamó ‘Sunbeam surrounded by winter’. Mantenía una línea sonora muy parecida a ‘Out of without’ pero con algo más revisado. Además, volvías a contar con Malcolm Burn en la producción. Tipo complicado, por cierto.

L: Sí, ese fue el disco que ahora conocemos como Sunbeam surrounded by winter.

En aquel momento pareció una buena idea sacar Incessant spinning del mercado, remasterizarlo y cambiarle el título y eso… pero ahora con el tiempo creo que esto ha provocado un poco de confusión con mi discografía. E Incessant spinning, sin quererlo, ha pasado a ser un CD de coleccionismo, porque ya no se volvieron a fabricar nuevas copias.

En cuanto a Malcolm; sí, es un tipo complicadísimo ¡pero con mucho talento! (Risas). En esta segunda grabación yo ya tenía mucha más experiencia como músico y artista en general, con lo cual participé en la producción, las mezclas y también toqué muchas de las guitarras. Pero aún así el CD fue mayoritariamente producido por Malcolm Burn y no deja por ello de llevar su sello en el sonido final.

C: Lo que no consigo explicarme es porque no te dejaron titularlo ‘Incessant Spinning’, que es como iba a llamarse en un principio.

L: Por razones de marketing que consideró la compañía discográfica en esos momentos. Querían darle una nueva oportunidad en el mercado a mi segundo CD y creyeron que con un nuevo título y diseño el disco tendría más oportunidades de entrar de nuevo en listas de radios y la prensa en general.

C: Es llegado a este punto donde no hay vuelta atrás. Estamos entre 2007 y 2009. La canción ‘Dragonfly’ te había dado bagaje. ¿Mantenías mientras un trabajo –llamémosle normal- que sustentara tu oficio como música o ya te dedicas a ello plenamente?

L: Después de grabar Out of without en el 2001 decidí dedicarme plenamente a la música. Me trasladé a Estados Unidos y me metí de lleno en el mundillo. A veces para apoyarme financieramente hacía algunos trabajos a parte, como dar clases de inglés o hacer algún catering para grabaciones de Malcolm Burn. Entre esos trabajos y las ventas de mi CD, conciertos, etc, me fui defendiendo… No me compré un chalet en la playa (risas), pero me he ido manteniendo desde entonces. Creo que si crees de verdad en algo tienes que tirarte de lleno, ¡¡¡y eso es lo que hice!!!

C: Todo esto, me imagino, ¿lo estabas viviendo desde un punto de vista escéptico y algo extraño ya que no estabas en “casa” (refiriéndome a España)?

L: Vivía en Nueva York y al principio fue muy difícil integrarme en esa nueva cultura, no por razones de idioma porque mi inglés “canadiense” es prácticamente idéntico al de Nueva York, pero más que nada por que la cultura estadounidense en muy diferente a la europea e incluso la canadiense. Tienen otra forma de hacer las cosas en general y hay que adaptarse…

C: Es más, ¿crees que si hubieses tratado de hacer carrera en España habrías llegado a algo parecido a lo que has conseguido en Estados Unidos y el resto de Europa?

L: ¡Eso por desgracia no lo sabré nunca! Igual ahora estaría más lejos, quien sabe. Estados Unidos parece el paraíso musical para muchos, pero la realidad es muy distinta a lo que uno se imagina. Es un país con mucho talento y muy poco apoyo del gobierno. Uno tiene que defenderse como artista sólo, sin ayudas ni incentivos. Eso hace que los artistas que se van abriendo camino tengan muchísimo nivel, lo que crea una competencia extremadamente feroz. Yo aposté por Estados Unidos por que cuando saqué mi primer CD en el 2001 en España aun no estaba del todo aceptado que un artista técnicamente español cantase en inglés. Muchas radios no te pinchaban, al igual que muchos programas de TV. Pero poco a poco eso fue cambiando y el mercado empezó a sacar grandes artistas nacionales cantando en inglés como ahora la mismísima Russian Red, que acaba de ganar el merecido premio MTV a la mejor artista Española ¡¡¡y cantando en inglés!!!

C: Otro empuje importante vino gracias a MySpace. Creo que fueron tus “escuchantes” los que decidieron montarte una serie de conciertos por Alemania. ¿Me equivoco?

L: No sé como fue, porque esas cosas parecen como arte de magia, pero empezó a correr la voz acerca de mi música en Alemania. Cada vez eran más los fans que se sumaban de ahí hasta que un día empezaron a pedirme fechas en Alemania. Con mi equipo de España y Estados Unidos tratamos de conectar con una agencia de booking de ahí para que organizasen una gira en vista del éxito que estaba teniendo en MySpace… Y algunas agencias de booking se mostraron interesadas pero iban pasando los meses y no concretizaban nada, o sea, que nos daban largas. Fue cuando les dije a mis fans alemanes que aun no tenía fechas cuando empezaron ellos mismos a llamar a las salas de sus ciudades. ¡¡¡En un mes tenía prácticamente una gira alemana organizada y por mis propios fans!!! Y para mayor sorpresa, unas semanas antes de irme para allá me contactaron dos compañías alemanas que querían sponsorizar mi gira: Shark Power Drink y Audi Alemania. ¡Fue una experiencia inolvidable!

C: Una duda que tengo es la predisposición y facilidad que había en las salas. ¿Costaba mucho llegar a los programadores? La verdad es que habiendo muchas salas y muchos grupos/solistas se tiene que estar viviendo un exceso de información.

L: El mayor problema que tenemos hoy en día es que las compañías de discos, management, booking, etc… han dejado de querer edificar desde cero a un artista que promete. Estas compañías ya no tienen el fondo económico que requiere apoyar a un artista desde abajo, debido a muchos factores, entre ellos la piratería… y también influye la avalancha de artistas autoproducidos que está saliendo, y de alguna manera, saturando el mercado. Por lo que ahora te piden que te formes tú solo la carrera y que la lleves hasta el punto del éxito antes de ficharte.

Presiento que en tu caso ha funcionado más el boca-a-boca que Internet. ¿Podría ser?

L: Esas cosas son muy difíciles de saber. Yo creo que el éxito viene un poco de todas partes… uno nunca sabe cual es la chispa que enciende el fuego. Todos los esfuerzos, por pequeños que sean, acaban sumándose y llevándote a un escalón más alto. En mi caso hay un gran trabajo de equipo detrás, a parte de que yo también trabajo muchísimas horas estudiando el mercado, buscando ideas promocionales, alternativas creativas, respondiendo a todos los e-mails de mis seguidores… Me gusta ser parte del proceso promocional tanto como del creativo. Hoy en día, creo, no existe otra forma. Han acabado esos días en los que el artista se dedicaba solo a ser creativo y vivir excéntricamente alejado totalmente de la realidad del negocio.

C: Todo ello, cual río que desemboca en el océano, ha dado a parar a tu tercer disco; ‘Kick in the head’. Te iba a decir que suena mucho más tranquilo que los dos anteriores trabajos, pero con el título uno podría pensar que es un álbum de trash-metal.

L: La verdad es que cuando lo titulé no caí que los países de habla no inglesa lo iban a leer al pie de letra, o sea, “patada en la cabeza” (risas). Lo llego a saber y tal vez hubiese buscado un título alternativo, por que en realidad no tiene nada de agresivo el CD, ¡todo lo contrario! Es una expresión en inglés que viene a significar “colleja” o “¡baja de las nubes!”. Nada más que eso. Es una frase cogida del estribillo de mi tema ‘Happy’.

C: Ahora en serio. Antes hemos hablado de Valentí Adell. Vuelve a producirte, aunque esta vez ya es un LP completo. Incluso lo grabas en Barcelona. ¿Pretendías alejarte de ese espectro americano para tener un sonido más mediterráneo o europeo?

L: Últimamente Europa está sacando al mercado producciones muy interesantes. Se apuesta más por lo diferente y eso me atrajo muchísimo a la hora de grabar mi tercer CD. Pero a parte de ser grabado en Europa el último disco tiene otro estilo de producción simplemente por que cambié de productor. Es un CD que llevó muchos meses de trabajo. Se buscaron muy bien todos los arreglos y el concepto del disco. Nuestro lema para esta producción fue “menos es más”. Con ello el resultado final es un sonido muy nítido y acústico, íntimo pero a la vez con su cierta caña y buen rollo.

C: Yo, bajo mi humilde opinión y tras escuchar tu obra, diría que este disco suena más claro y no tan “a bola” como los producidos por Burn. ¿Compartes mi apreciación?

L: Absolutamente. Ese sonido “a bola” es lo que caracteriza a Malcolm Burn. Y yo para este CD no quería eso.

C: Y al igual que pasó con ‘Dragonfly’ en ‘Sunbeam surrounded by winter’, con ‘Kick in the head’ llega el reconocimiento gracias a la canción ‘Blank piece of paper’. ¡Parece que en todos tus LPs siempre hay una canción-amuleto!

L: (Risas) ¡¡Muchas gracias!! La gran sorpresa con ‘Blank piece of paper’ fue ganar el premio a mejor canción de junio 2011 de Crank Your Cred, parte del prestigios concurso International Songwriting Competition (ISC). Más que nada porque el tema no tiene nada más que guitarra y voz, y lo grabé solo en dos tomas… y además de eso el CD todavía ni había sido publicado en Estados Unidos. ¡La verdad es que fue una gran alegría!

C: Y ya que hablamos de reconocimientos… es con este tercer long-play con el que en España se te da a conocer, curiosamente. ¿A buenas horas, mangas verdes?

L: Sí, cierto. ¡Pero en España llevamos desde el 2001 haciendo ruido! Empezamos por el sótano del edificio y de ahí hemos ido subiendo peldaño a peldaño, piso a piso; a pie y cargando con un montón de bolsas llenas de patatas (risas). Lo que quiero decir es que detrás de un éxito hay un gran bagaje, un largo recorrido y mucho sudor… Pocas veces te viene a buscar el éxito a la puerta de tu casa recién salida de la ducha.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=r3U0BJ8vsVw[/youtube]

Texto: Charly Hernández.

Fotos: Ron Haviv/VII.

 

Luthea Salom es una persona que ha hecho de la suela de sus zapatos el camino por el que ha caminado desde que emigrara con sus padres a Canadá. Tiempo más tarde, pasaría por España, Londres y Nueva York, donde actualmente reside. Allí se ha hecho un nombre dentro del selecto círculo de músicos que tocan en los clubs, gracias al trabajo y a sus tres trabajos discográficos. Entre Marzo, Abril y Mayo presentará el último de ellos por las salas españolas.

 

Charly: Para empezar… yo me pregunto si Lucía, conocida como Luthea, que ahora, en mayor o menor medida, es más protagonista, se siente realizada.

 

Luthea: Diría que me siento realizada en algunos aspectos. Considero que he logrado muchas cosas con los años de carrera que llevo, pero aun así queda mucho territorio que recorrer aun para poder decir plenamente que me siento realizada… pero no sé si eso de sentirse realizada va con el arte o los artistas y si llegará ese día… ya que siempre parece haber un nuevo horizonte.

 

C: Pero vayamos por parte. Tus padres deciden irse a vivir a Fredericton (Canadá), donde tú pasaste la infancia. Vuelves a Barcelona hasta que viajas a Londres y de ahí a Nueva York. Chica, ¿tenías claro lo que pretendías hacer con tu vida?

 

L: (Risas) No sé. Lo que tenía claro ya de niña es que prefería pasar horas dibujando cómics, inventándome juegos con cajas de huevos y piedras o aprendiéndome las canciones de Abba, Lou Reed, Rolling Stones, David Bowie, a pie de letra en el sótano de nuestra casa de campo, mientras mi primos y hermanos correteaban por el jardín o se bañaban en la piscina. Siempre fui muy creativa y ahora veo que era de esperar que mi vida tomase este rumbo. Ahora de mayor, a parte de componer todos mis temas (música y letra), también diseño, dibujo, edito vídeos…

 

C: ¿Y con la música? Londres fue el lugar donde te iniciaste, además colaborando con Bo Walton. ¿Tenías claro como ibas a conducirte por este camino de piedras?

 

L: No. ¡No tenía ni idea! La verdad es que nunca tuve un “plan de vida”. Marché a Inglaterra en parte porque necesitaba retornar a mis raíces anglosajonas, en parte por curiosidad, y sí, también en parte porque quería meterme en el mundillo de la música y probar suerte. Una vez ahí fui a varias audiciones y me acabaron cogiendo en dos grupos. A Bo Walton le gusté también porque soy menudita (risas). Así se veía mejor en el escenario… ¡No es un tipo muy alto que digamos!

 

C: Aunque ya tocabas por La Costa Brava cuando tenías trece años, ¿no? Añado que grabaste algunas maquetas antes de irte definitivamente de España.

 

L: Fue todo a la vez. Me cogió un grupo de Jazz de ahí porque se les había marchado la cantante y tenían todo el verano cogido para actuar en un restaurante fino de La Costa Brava donde yo veraneaba con mi abuela. En los ensayos, sin yo saberlo, me ponían a prueba haciéndome cantar temas que solo me habían tocado una vez, con lo que, para no hacerlos parar y quedar mal, ¡me iba inventando la melodía prácticamente! (Risas). Yo pensaba que era así como se hacía, que los grupos a penas escuchaban la música que versionaban… Como ves, era, y sigo siendo, ¡bastante ingenua en ciertas cosas! No tenía ni idea de que me lo hacían a drede para ver que era lo que “compondría” para salirme del paso. Más adelante el guitarrista y líder de ese grupo me dijo que lo mío sería la composición, ya que le impresionó muchísimo como me defendía creando una melodía a marchas forzadas en esos ensayos. Más tarde me recomendó a un productor con el que hice mi primerísima maqueta ¡y de ahí empezó todo!

 

C: Pero no comenzaste a ponerte “seria” hasta que entró el año 2000. ¿Correcto? Fue entonces (un año o dos después) cuando grabaste tu primer disco, titulado ‘Out of without’.

 

L: Sí, cierto. En aquella época aun no me había planteado muchas cosas. Quería ser cantante y guitarrista, eso lo tenía claro, pero no se me había ocurrido aun componer mis propias canciones. Era tan joven que pensaba que las canciones solo las componían los grandes, como Bowie, Stones, etc… (¡de nuevo ingenua!). Y que los demás hacíamos versiones (risas). Así que me metí en dos grupos londinenses como cantante de coros y guitarrista rítmica, mientras estudiaba Jazz en una famosa escuela de música de ahí. Fue más adelante cuando un buen amigo mío me aconsejó que compusiera mis propios temas y que buscase también hacer carrera en solitario paralelamente a esos proyectos de grupo. Los grupos tuvieron sus dificultades y acabaron disolviéndose y yo continué con mi carrera en solitario. Grabé una maqueta con mis primeros temas y en seguida fui descubierta. Y así, de alguna manera, empezó todo a colocarse en su sitio.

 

C: ¿Qué tal crees que funcionó para ser la primera vez? Además con el apoyo del canadiense Malcolm Burn. ¡Canadá volvía a aparecer!

 

L: Cierto. ¡Canadá volvió a aparecer en mi vida! Aunque Malcolm Burn llevaba ya más de diez años afincado en Estados Unidos y había perdido muchos de sus rasgos canadienses (risas). Trabajar con Malcolm fue un súper-reto. Como era la primera vez que trabajaba con alguien de ese nivel no tenía demasiados referentes y por lo tanto opté por no opinar mucho durante la grabación a pesar de sentir que había cosas que no iban como yo quería que fuesen. Decidí poner mi plena confianza en el productor. Con lo que debo decir que al final Out of without fue un disco que me dejó bastante frustrada en muchos aspectos, aunque en otros también me ayudó a crecer muchísimo. Por suerte son muchos críticos de música quienes consideran Out of without un disco ejemplar, ¡incluso de coleccionismo! Pero yo he de confesar que de los tres que he sacado hasta el momento, es el que siento más lejano a mí, aunque no por eso le tengo menos estima.

 

C: Me doy cuenta de que lograste buenos contactos pese a no haber tenido una ciudad fija. ¿Cada nueva ciudad donde vivías era como empezar de cero? ¿Costaba conseguir contactos? Si estoy en lo cierto… lograste contactar con Burn por unas maquetas que le llegaron de Frank Andrada, Mondicor Records.

 

L: Cada ciudad es un mundo, pero en realidad el mundo que importa es el que lleva cada uno dentro… y ese, aunque vayas de una ciudad a otra, crece y madura con cierta lógica y constancia a pesar de lo que te envuelve en el exterior. De Londres fui a Barcelona, donde caí en manos de Frank Andrada (Ex A&R de Island Records) quien me fichó para su editorial. Con él grabé maqueta tras maqueta de mis temas nuevos a medida que los iba componiendo y luego él las hizo circular por el mundillo hasta ficharme para Mondicor Records, una compañía independiente asentada en Mónaco y dirigida por un componente de los Scorpions. Luego hicimos una única maqueta a guitarra y voz con la colección de quince temas que escogimos para hacer el CD. La enviamos a varios productores punteros de los Estados Unidos, y fueron varios los que respondieron positivamente, pero Malcolm Burn fue el que acabó invitándome a su estudio en Nueva Orleans y con el que acabé grabando mi primer CD. Más adelante esa misma maqueta forma parte de la nueva edición de Out of without: un digipack doble con el CD producido y el CD de las primeras maquetas originales de esos temas.

 

C: Después de aquella etapa llegaste incluso a telonear a Alanis Morissette, Norah Jones y Emmylou Harris, que yo sepa. De hecho escribiste un par de temas para Emmylou Harris. ¿Qué sucedió al final? Creo que ella dijo que le gustaban, pero que no las cantaría.

 

L: Después de grabar mi primer CD me fui metiendo más y más en el mundillo, hice amigos… y grandes artistas me invitaron a talonearles, como fue el caso de Emmylou Harris, Norah Jones, etc. Malcolm Burn produjo varios CDs de Emmylou Harris con lo cual nos conocimos más en profundidad. Ella necesitaba temas para su próximo disco y me ofrecí a componer junto a Malcolm. Al final no acabó incluyéndolos en su CD porque, aunque le gustó mucho, en realidad tenemos estilos muy diferentes, y no fuimos capaces de componer un tema Country a su estilo que fuese algo con lo que ella se sintiera identificada.

 

C: Y hay que destacar que trabajaste con Jane Scarpantoni, violinista de Lou Reed, para este primer trabajo. Me consta que fue ella quien dijo que Lou Reed escuchaba tu disco en el iPod… será la anécdota que más te cansada contar.

 

L: Sí (risas). ¡Es la anécdota sobre mí más contada en los medios! Jane y yo nos conocimos también a través de Malcolm. Ella ha participado en muchos discos que ha grabado Malcolm y a parte es una gran cellista muy buscada en Estados Unidos. Con lo que fue un privilegio tenerla en mi grabación y ¡aun más que luego nos hiciéramos buenas amigas! Lou Reed la contrató para su gira mundial del 2003 y cuando vinieron a Barcelona casualmente yo estaba ahí y tuve la oportunidad de conocerle en persona y fue cuando le pasé mi CD. Unos meses más tarde volví a coincidir con él en una cena benéfica y fue ahí donde me dijo que tenía mi CD en su iPod. Más adelante, cuando se lo conté a Jane, ella me confirmó que era cierto. ¡Y así fue!

 

C: Pero no vuelves a entrar en un estudio hasta 2007. Mucho tiempo, demasiado entre disco y disco. Pero aun así componías y tocabas. ¿Eras consciente de que tanto espacio de tiempo podía hacerte caer de la cresta de la ola?

 

L: Bueno, la verdad es que a lo largo del 2003 Malcolm Burn y yo fuimos grabando a oleadas y en diferentes países y estudios lo que sería mi segundo disco, el cual salió al mercado en el 2004 bajo el título de Incessant spinning. Se agotaron las copias en el 2005 a la vez que me invitaron a participar en una compilación llamada Imagining Bowie. Para este proyecto me reuní con Valentí Adell en Sabadell (Barcelona) donde grabamos mi versión de ‘Rebel rebel’, la cual más adelante se colocó en muchas listas de radios punteras de Estados Unidos, España, Francia… Y como mi compañía discográfica del momento (Out Music) tenían que fabricar nuevas copias de Incessant spinning por razones de marketing decidieron remasterizar el CD, añadir ‘Rebel rebel’ junto a otro tema bonus y titularlo de otra manera, creando también una nueva portada y concepto de diseño.

 

C: Ese disco se llamó ‘Sunbeam surrounded by winter’. Mantenía una línea sonora muy parecida a ‘Out of without’ pero con algo más revisado. Además, volvías a contar con Malcolm Burn en la producción. Tipo complicado, por cierto.

 

L: Sí, ese fue el disco que ahora conocemos como Sunbeam surrounded by winter.

En aquel momento pareció una buena idea sacar Incessant spinning del mercado, remasterizarlo y cambiarle el título y eso… pero ahora con el tiempo creo que esto ha provocado un poco de confusión con mi discografía. E Incessant spinning, sin quererlo, ha pasado a ser un CD de coleccionismo, porque ya no se volvieron a fabricar nuevas copias.

 

En cuanto a Malcolm; sí, es un tipo complicadísimo ¡pero con mucho talento! (Risas). En esta segunda grabación yo ya tenía mucha más experiencia como músico y artista en general, con lo cual participé en la producción, las mezclas y también toqué muchas de las guitarras. Pero aún así el CD fue mayoritariamente producido por Malcolm Burn y no deja por ello de llevar su sello en el sonido final.

 

C: Lo que no consigo explicarme es porque no te dejaron titularlo ‘Incessant Spinning’, que es como iba a llamarse en un principio.

 

L: Por razones de marketing que consideró la compañía discográfica en esos momentos. Querían darle una nueva oportunidad en el mercado a mi segundo CD y creyeron que con un nuevo título y diseño el disco tendría más oportunidades de entrar de nuevo en listas de radios y la prensa en general.

 

C: Es llegado a este punto donde no hay vuelta atrás. Estamos entre 2007 y 2009. La canción ‘Dragonfly’ te había dado bagaje. ¿Mantenías mientras un trabajo –llamémosle normal- que sustentara tu oficio como música o ya te dedicas a ello plenamente?

 

L: Después de grabar Out of without en el 2001 decidí dedicarme plenamente a la música. Me trasladé a Estados Unidos y me metí de lleno en el mundillo. A veces para apoyarme financieramente hacía algunos trabajos a parte, como dar clases de inglés o hacer algún catering para grabaciones de Malcolm Burn. Entre esos trabajos y las ventas de mi CD, conciertos, etc, me fui defendiendo… No me compré un chalet en la playa (risas), pero me he ido manteniendo desde entonces. Creo que si crees de verdad en algo tienes que tirarte de lleno, ¡¡¡y eso es lo que hice!!!

 

C: Todo esto, me imagino, ¿lo estabas viviendo desde un punto de vista escéptico y algo extraño ya que no estabas en “casa” (refiriéndome a España)?

 

L: Vivía en Nueva York y al principio fue muy difícil integrarme en esa nueva cultura, no por razones de idioma porque mi inglés “canadiense” es prácticamente idéntico al de Nueva York, pero más que nada por que la cultura estadounidense en muy diferente a la europea e incluso la canadiense. Tienen otra forma de hacer las cosas en general y hay que adaptarse…

 

C: Es más, ¿crees que si hubieses tratado de hacer carrera en España habrías llegado a algo parecido a lo que has conseguido en Estados Unidos y el resto de Europa?

 

L: ¡Eso por desgracia no lo sabré nunca! Igual ahora estaría más lejos, quien sabe. Estados Unidos parece el paraíso musical para muchos, pero la realidad es muy distinta a lo que uno se imagina. Es un país con mucho talento y muy poco apoyo del gobierno. Uno tiene que defenderse como artista sólo, sin ayudas ni incentivos. Eso hace que los artistas que se van abriendo camino tengan muchísimo nivel, lo que crea una competencia extremadamente feroz. Yo aposté por Estados Unidos por que cuando saqué mi primer CD en el 2001 en España aun no estaba del todo aceptado que un artista técnicamente español cantase en inglés. Muchas radios no te pinchaban, al igual que muchos programas de TV. Pero poco a poco eso fue cambiando y el mercado empezó a sacar grandes artistas nacionales cantando en inglés como ahora la mismísima Russian Red, que acaba de ganar el merecido premio MTV a la mejor artista Española ¡¡¡y cantando en inglés!!!

 

C: Otro empuje importante vino gracias a MySpace. Creo que fueron tus “escuchantes” los que decidieron montarte una serie de conciertos por Alemania. ¿Me equivoco?

 

L: No sé como fue, porque esas cosas parecen como arte de magia, pero empezó a correr la voz acerca de mi música en Alemania. Cada vez eran más los fans que se sumaban de ahí hasta que un día empezaron a pedirme fechas en Alemania. Con mi equipo de España y Estados Unidos tratamos de conectar con una agencia de booking de ahí para que organizasen una gira en vista del éxito que estaba teniendo en MySpace… Y algunas agencias de booking se mostraron interesadas pero iban pasando los meses y no concretizaban nada, o sea, que nos daban largas. Fue cuando les dije a mis fans alemanes que aun no tenía fechas cuando empezaron ellos mismos a llamar a las salas de sus ciudades. ¡¡¡En un mes tenía prácticamente una gira alemana organizada y por mis propios fans!!! Y para mayor sorpresa, unas semanas antes de irme para allá me contactaron dos compañías alemanas que querían sponsorizar mi gira: Shark Power Drink y Audi Alemania. ¡Fue una experiencia inolvidable!

C: Una duda que tengo es la predisposición y facilidad que había en las salas. ¿Costaba mucho llegar a los programadores? La verdad es que habiendo muchas salas y muchos grupos/solistas se tiene que estar viviendo un exceso de información.

 

L: El mayor problema que tenemos hoy en día es que las compañías de discos, management, booking, etc… han dejado de querer edificar desde cero a un artista que promete. Estas compañías ya no tienen el fondo económico que requiere apoyar a un artista desde abajo, debido a muchos factores, entre ellos la piratería… y también influye la avalancha de artistas autoproducidos que está saliendo, y de alguna manera, saturando el mercado. Por lo que ahora te piden que te formes tú solo la carrera y que la lleves hasta el punto del éxito antes de ficharte.

 

Presiento que en tu caso ha funcionado más el boca-a-boca que Internet. ¿Podría ser?

 

L: Esas cosas son muy difíciles de saber. Yo creo que el éxito viene un poco de todas partes… uno nunca sabe cual es la chispa que enciende el fuego. Todos los esfuerzos, por pequeños que sean, acaban sumándose y llevándote a un escalón más alto. En mi caso hay un gran trabajo de equipo detrás, a parte de que yo también trabajo muchísimas horas estudiando el mercado, buscando ideas promocionales, alternativas creativas, respondiendo a todos los e-mails de mis seguidores… Me gusta ser parte del proceso promocional tanto como del creativo. Hoy en día, creo, no existe otra forma. Han acabado esos días en los que el artista se dedicaba solo a ser creativo y vivir excéntricamente alejado totalmente de la realidad del negocio.

 

C: Todo ello, cual río que desemboca en el océano, ha dado a parar a tu tercer disco; ‘Kick in the head’. Te iba a decir que suena mucho más tranquilo que los dos anteriores trabajos, pero con el título uno podría pensar que es un álbum de trash-metal.

 

L: La verdad es que cuando lo titulé no caí que los países de habla no inglesa lo iban a leer al pie de letra, o sea, “patada en la cabeza” (risas). Lo llego a saber y tal vez hubiese buscado un título alternativo, por que en realidad no tiene nada de agresivo el CD, ¡todo lo contrario! Es una expresión en inglés que viene a significar “colleja” o “¡baja de las nubes!”. Nada más que eso. Es una frase cogida del estribillo de mi tema ‘Happy’.

 

C: Ahora en serio. Antes hemos hablado de Valentí Adell. Vuelve a producirte, aunque esta vez ya es un LP completo. Incluso lo grabas en Barcelona. ¿Pretendías alejarte de ese espectro americano para tener un sonido más mediterráneo o europeo?

 

L: Últimamente Europa está sacando al mercado producciones muy interesantes. Se apuesta más por lo diferente y eso me atrajo muchísimo a la hora de grabar mi tercer CD. Pero a parte de ser grabado en Europa el último disco tiene otro estilo de producción simplemente por que cambié de productor. Es un CD que llevó muchos meses de trabajo. Se buscaron muy bien todos los arreglos y el concepto del disco. Nuestro lema para esta producción fue “menos es más”. Con ello el resultado final es un sonido muy nítido y acústico, íntimo pero a la vez con su cierta caña y buen rollo.

 

C: Yo, bajo mi humilde opinión y tras escuchar tu obra, diría que este disco suena más claro y no tan “a bola” como los producidos por Burn. ¿Compartes mi apreciación?

 

L: Absolutamente. Ese sonido “a bola” es lo que caracteriza a Malcolm Burn. Y yo para este CD no quería eso.

 

C: Y al igual que pasó con ‘Dragonfly’ en ‘Sunbeam surrounded by winter’, con ‘Kick in the head’ llega el reconocimiento gracias a la canción ‘Blank piece of paper’. ¡Parece que en todos tus LPs siempre hay una canción-amuleto!

 

L: (Risas) ¡¡Muchas gracias!! La gran sorpresa con ‘Blank piece of paper’ fue ganar el premio a mejor canción de junio 2011 de Crank Your Cred, parte del prestigios concurso International Songwriting Competition (ISC). Más que nada porque el tema no tiene nada más que guitarra y voz, y lo grabé solo en dos tomas… y además de eso el CD todavía ni había sido publicado en Estados Unidos. ¡La verdad es que fue una gran alegría!

 

C: Y ya que hablamos de reconocimientos… es con este tercer long-play con el que en España se te da a conocer, curiosamente. ¿A buenas horas, mangas verdes?

 

L: Sí, cierto. ¡Pero en España llevamos desde el 2001 haciendo ruido! Empezamos por el sótano del edificio y de ahí hemos ido subiendo peldaño a peldaño, piso a piso; a pie y cargando con un montón de bolsas llenas de patatas (risas). Lo que quiero decir es que detrás de un éxito hay un gran bagaje, un largo recorrido y mucho sudor… Pocas veces te viene a buscar el éxito a la puerta de tu casa recién salida de la ducha.

 

C: ¿Y ahora? Haces gira por España y como antes hemos dicho, tu última entrega se ha grabado también aquí. ¿Crees que merecerá la pena quedarse un tiempo para probar o prefieres regresar a Nueva York?

 

L: A finales de Noviembre vengo de gira por salas y teatros de España. Será una gira acústica y estaré en Barcelona, Madrid, Bilbao, Zaragoza… entre otras ciudades. Las fechas están todas en mi web y cada semana se van sumando nuevas. Y mientras tanto mi equipo en Estados Unidos seguirán preparando el lanzamiento de mi CD ahí, que saldrá oficialmente después de Navidad, por lo que después de mi gira por España y las fiestas navideñas que pasaré con mi familia en Barcelona, regresaré de nuevo a Nueva York para el lanzamiento del CD allí. ¡Tengo muchas ganas de ver que tal funciona ahí! Ya os contaré, pero antes nos vemos por alguno de mis conciertos por España.

 

Texto: Charly Hernández.

Fotos: Ron Haviv/VII.

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