UN ESPECTÁCULO!!, eso es lo que vivieron el Miércoles las cerca de 50.000 almas que asistieron a ver a MUSE, UN P*** ESPECTÁCULO!!!!

Desde el primer momento sabía que tenía que ir, intenté convencer a varios amigos y ninguno me respondió. Aún así compre 2 entradas y finalmente Laura, mi hermana, fue la que me acompaño en un viaje que nos llevó, antes de disfrutar de los británicos, a tener una cara de circunstancias viendo perder a España junto a 20.000 personas en la FAN ZONE instalada en el Bernabéu.

Pese a la derrota sabíamos que el objetivo de ese día no era el fútbol, sino disfrutar de MUSE, grupo al que prácticamente he seguido desde sus inicios. Sobre todo desde que sacaron el disco “Absolution” , fue entonces cuando me empecé a convertir en autentico seguidor de la banda.

Aunque el concierto estaba fijado a las 22.00 mi hermana y yo nos metimos un par de horas antes para ver a los teloneros que, dicho sea de paso, no tenía ni idea quienes eran.

De los primeros, “The Big Pink”, poco que decir. Vimos la última canción, “Dominos” y la reconocí, seguramente de alguna lista de reproducción del Spotify. Aún así me quedé con ganas de haberlos visto.

Poco después entran los siguientes teloneros. El cantante, con gabardina veis saluda en un esforzado castellano al personal y se ponen al lio.

De repente me doy cuenta que la música que estoy escuchando me es familiar, sobre todo la voz del cantante. Ya los había escuchado antes pero no sé quiénes son. Pregunto a una chica que hay a mi lado y me resuelve la duda, son Editors.

Se reservaron la canción estrella del último disco para el final “Papillon”, y tras esto puedo decir que fueron excelentes teloneros para lo que se venía a continuación un directo “muy directo”, engancharon a todos e hicieron que la espera mereciese la pena.

Por fín, con unos 15 minutos de retraso se apagan las luces del estadio y como si de una manifestación se tratara grupos de rebeldes salen por el escenario con pancartas que expresan: THEY WILL NOT CONTROL US! Frase encontrada en el primer single del último disco  y que sirve para iniciar el concierto de una manera directa y potente. Las luces y el sonido se cuelan por las bocas abiertas de la gente que flipa con el escenario. La frase anteriormente citada revela una de las principales preocupaciones de Bellamy, teorías de la conspiración, tema muy presente en sus canciones.

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No tardaron en volver a los clásicos, en segundo lugar y con muchísima fuerza “Supermassive Black Hole”. A partir de ahí 2 horas de atentico espectáculo en el que lógicamente interpretaron temas de su último disco “The Resistance”, pero en el que dieron un buenísimo repaso a toda su discografía con “New Born”, “Bliss”, ”Hysteria” y “Feeling Good”. Hubo hueco también para “Neutron star collision” canción incluida en la saga “Crepúsculo” y de la que me ahorraré el comentario.

El primer momento mágico de la noche se dio cuando Dom y Chris se subieron a una nave espacial que llegaría hasta el centro del estadio demostrando como se hace música electrónica con un bajo y percusiones. Poco después con la canción “Undisclosed desires”, Mat se les uniría para volver a surcar los cielos del calderón. No sería la última vez que el público miraría a las estrellas esa noche.

Hasta aquí todo impresionante, entre tantas y tantas canciones se coló la inconfundible intro de uno de los clásicos de “The Animals”, “The house of the rising sun”, bien acompañada por las voces de los presentes. Fue con “Time is running out” y “Unnatural Selection” como se cerró el primer gran bloque del concierto y el calderón se puso patas arriba.

Llegaron los primeros bises y con ellos lo que se coronó como el momento más estelar de la noche. Mientras sonaba la parte 1 de Exogénesis Symphony desde detrás del escenario apareció un O.V.N.I. plateado que sobrevoló las cabezas de todos los presentes y que al llegar al centro del estadio y coincidiendo con un golpe musical y visual se abrió para que una “marciana” empezara a dar volteretas en el aire. TREMENDO!

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Segundos después “Take a bow”, “Plug in baby” y “Knights of Cydonia”, una detrás de otra, remataron la noche.

Un final apoteósico, repleto de luz y sonido para cerrar uno de los espectáculos más impresionantes que he visto en mi vida. La entrada de 40€ fue bien rentabilizada, más si cabe después de habernos colocado en un lugar dónde no nos correspondía y con valor de 70. Como dice el gran Mota: “Dame hueco, que habiendo hueco, yo ya…”

En fin, para finalizar, me gustaría dar las gracias a todos aquellos que rechazaron mi invitación a asistir al concierto. Gracias porque pude disfrutarlo con la mejor de las compañías, GRACIAS LAURA!

JCD

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