Gran noche en todos los aspectos la vivida el pasado Jueves en la sala Heineken, tanto desde el punto de vista organizativo como por la gran previsión de futuro y envergadura de ese pequeño festival que crece y crece bautizado como “Sal un Jueves al mes” y promovido por Low club e Intromúsica. Fenomenal iniciativa en la que con solo un correo electrónico puedes asistir a la fiesta sin obligación siquiera de consumir, bebida, claro. Si aún así, obviando tu salud y sudándote la polla el día siguiente lo prefirieras, existían precios especiales para asistentes en la lista de entrada lo suficientemente buenos como para no ser un par de tercios de Mahou. Felicidades.

A parte de mi buena impresión sobre el evento en sí, cabría reseñar que aunque disfrutando plenamente de casi todas las actuaciones el orden de participación según las circunstancias vividas a lo largo de la semana hubiese requerido una ligera variación. Este orden en los hechos no es el estrictamente cronológico en la realidad pero si en el que todo sucedió en mi aún resacosa quijotera.

Comenzaré señalando que para terminar debió aparecer Yuksek, que no pude ver por motivos derivados de: 1º La pérdida de mi tarjeta de débito. 2º Horario de trabajo poco adaptado al ocio nocturno, 3º Incompatibilidad, también horaria con el transporte público y 4º En esta web no pagan. Aunque me hubiera encantado disfrutar de este nuevo mesias de la electrónica francesa, últimamente muy reconocido sobre todo por ocuparse de la música en uno de los últimos spots de la gigante Peugeot, pero que nada desmerece por ello a sus compatriotas, estilísticamente hermanos y padres del invento como son Daft Punk. Por ello, y meritoriamente el de Reims se encuentra plenamente sumergido en una gira por medio planeta. De hecho la hora programada para la actuación eran las dos de la madrugada, y al día siguiente éste se debía dirigir hacia un nuevo bolo en Razzmatazz.

Durante todo el festival fue el Dj residente de Low club, Homeboy, el encargado de rellenar el espacio entre cambio de artistas. Supongo que un set adaptado a la cita y valga la redundancia, de relleno, pues al menos mi capacidad de sorpresa quedó mermada en sobremanera, dentro, por supuesto, de las coordenadas musicales previstas para el evento. Temas de Love of Lesbian, La casa azul, Lori Meyers, Vetusta Morla, Planetas, Big Soul o Dandy Warhols resonaron en las tripas de los allí presentes que quedaron plenamente saciados y complacidos. Supongo que estaba solo y no tenía en otra cosa en que pensar que en descubrir a un nuevo Amable. -Me voy a por otra cerveza-.

Aparecieron Punsetes. Jugando en casa, bajo un su halo de gótica gasa e imperturbables por la masa. Indefectiblemente triunfaron ante una mayoría que fue a disfrutar de su show. Calculo que no menos de trescientas personas que abarrotaban el cuadrilátero próximo al escenario. Por otro lado, cabe decir que aunque me impresionó más la fotocopia del rostro del recientemente fallecido E.Morente pegada al ampli del bajista, el quinteto ofreció su espectáculo delante de una gran pantalla en la que iba apareciendo simbología satánica mezclada con comerciales y/o concursos americanos de los cincuenta que denotaban una cuidada actitud y puesta en escena. Todo con un aire eminentemente oscuro machacando desafiantes y sin sonrisas algunos de los temas de su nuevo trabajo como “De moda” y del anterior de 2008, véase “Fondo de armario”, “Queridoalberto” o “Dos policías” con la que sus fans alcanzaron el paroxismo. Mérito interpretativo de su frontman femenina, la imperturbable Ari, que gélidamente centrada en el infinito no se movió un ápice en todo en concierto, cosa que al menos a mi me contagió. Referencias como unos Planetas y Alaska en fases primigenias, The Church, ese locate llevado a los altares de la independencia por Cobain como es Daniel Johnston, o apurando Triángulo de Amor Bizarro son a todas miras algunas de sus señas de identidad e infalibles armas de seducción, a parte de los tacos, para en su mayoría joven audiencia.

El plato especial de la noche llegaba de la mano de Charades que cerraron el festival. Inesperadamente, a principios de semana anunciaron en su facebook que dejaban en grupo por tiempo indefinido, una auténtica lástima para los amantes de las mejores melodías, breves y eternas. Comenzaron con “En ningún lugar”, la apertura de su anterior disco, posteriormente dando un repaso a prácticamente todo su segundo largo “Revolución Solar” de 2010 dejando tregua solo al final de apenas una hora de actuación para discretamente dirigir un par de dedicatorias personales, finiquitando su trayectoria con “A la tercera va la vencida”, “Veo al diablo” y “Grito tu nombre” la cual tuvo un matiz ciertamente triste. Incluso Coki, la teclista, no pudo contener la emoción mientras Guillermo se disculpaba por que según él nunca el directo había sido el fuerte de la banda, algo surrealista, pues las contundentes e imaginativas percusiones del batería fueron increíbles durante todo el bolo. También, y para acabar agradecía a Bcore, Everlasting y a los seguidores del grupo el apoyo durante sus apenas cuatro años de trayectoria. Emocionante. Me faltaron un par de copas mas para decidirme a buscarlas/es, desearles suerte y darles gracias por su música e integridad. Esperemos que tanto Isabel como los demás miembros de Charades de algún u otro modo sigan ofreciéndonos momentos tan dulces como los que hasta ayer nos regalaron.

Miguel Angel Ortiz