Unas trescientas personas acudieron a la llamada de Ramón Rodríguez y su banda a Joy Eslava. Abriendo para él, María Rodés, bien acompañada por Ramón al lado telecaster en mano durante la mitad de su corto set, una media hora de bonitas canciones pero difícilmente separables de esa nueva ola naif y detallista protagonizada por jóvenes féminas que vienen copando un territorio independiente que hoy ya no es tal. Actuación con carácter y puntos ciertamente energéticos aunque a veces empañado por ciertos zumbidos subgraves de una ecualización aún en curso.

Puntual apareció por fín The New Raemon abriendo con un trío de ases perteneciente a su último álbum encabezado por “Lo bello y lo bestia” aunque aún sin un sonido realmente redondo, que hacia el cuarto tema “Sucedáneos” de su segunda referencia ya adquirió la corpulencia y densidad que se mantendría durante todo el concierto.

Como siempre Ramón se mostró realmente divertido, bromeando con su banda a cerca de lo “cool” de la sala, improvisando un medio tema a lo Barry White sobre Joy Eslava y su fama de pijerío nocturno. Desde luego los cinco pavos por tercio lo justificó plenamente.

Después de la broma los siete miembros de la banda volvieron a atacar con “La cafetera”, “Dramón Rodríguez” y “El fin del imperio” de la cual confesaba la favorita de su repertorio. Rollo y mas rollo después, siempre en interminable verborrea y efervescencia humorística (bien podría ser fichaje estrella de Joaquín Reyes y sus secuaces) una personajilla que acaparó la atención de toda la sala desde el minuto cero, cuando entró a esta de rodillas (mande traspiés) exclamó –¡Calla y toca!-, pues bien, Ramón asintió contestando –Por fin alguien razonable- retomando el show con una potente versión de “El Verdugo” la cual dio paso a un corto bis.

En solitario y tras aclamación popular interpretó la cover de Nueva Vulcano “Te debo un baile” y definitivamente selló con “Tú Garfunkel” la cual hizo que la sala casi se viniera abajo.

Como punto divertido esta terminó con una inesperada y libre conexión al “Thunderstuck” de Ac/Dc que nos dejó con el culo torcido y valga la redundancia también retorcidos de la risa con una argumentación que justificaba plenamente lo acontecido.- “La incluímos por si alguno sois heavy y venís a acompañar a vuestra novia, ya que pensaréis : ¡Que asco de poperos!, no os engañéis, yo soy mucho de los Maiden” -.

Casi noventa minutos después –”este es el concierto mas largo que he dado en mi vida”- esputó, finiquitaron con “Por Tradición” y pusieron el broche final con una grandilocuente interpretación del tema que cierra su último trabajo.

Siete miembros a pleno rendimiento que hicieron justicia a las grabaciones y asentaron un sonido denso y aplastante del que al menos yo espero se sigan empapando a pesar de que lo mas digerible y sencillo de su obra quizá goce de mas aceptación general como fue mi percepción . Colosal.

Vicky y Miguel