CLEM SNIDE´S JOURNEY

Le imagino camino de un lugar de la ciudad en el que nunca ha estado. Lee la nota que ha escrito antes de colgar el teléfono, alza la vista delante de la puerta, observa el número de la placa y llama al portero automático mientras echa un último vistazo a la larga avenida de abetos y coches aparcados sobre la acera que ha recorrido hasta llegar ahí. En el salón de la casa o fuera, en un porche con maceteros de diseño y lámparas de queroseno adornando las columnas de la entrada, ante un grupo de desconocidos con una copa en la mano, Eef Barzelay abre la maleta despacio, saca una pequeña guitarra acústica, se presenta esbozando una sonrisa tímida, cuenta alguna anécdota para romper el hielo y comienza a cantar.

Dice que lo hace para ganarse la vida. Puede llegar directamente a sus fans ofreciendo a través de la página web de su grupo, Clem Snide, conciertos privados por mil dólares. Eef Barzelay comenta en una entrevista que ha hecho un par de bodas este verano y que no ha estado nada mal, porque es difícil actuar siempre con la banda, tiene familia y salir a la carretera resulta costoso. Así que esta es otra forma de conseguir ingresos.

De esa manera el destino lo llevó hace unos meses a participar en el diario humorístico The Onion tocando una canción de la conocida banda americana de los setenta Journey. La versión gustó bastante y uno de los directores del periódico lo animó a que grabara un disco entero con el patrocinio de la gente que lo quisiera comprar. Y así fue como surgió Clem Snide´s Journey (2011). Un EP de siete canciones en riguroso acústico que Eef Barcelay interpreta con elegancia. Ha desfigurado las canciones sin que nadie se dé cuenta y cuando escuchas el disco se te olvidan por completo aquellas baladas típicas de los ochenta en las que se movían los Journey. Se las lleva a su terreno para otorgarles el sello de la casa. Por muy conocidas que sean parece que son suyas. Abre con “Faithfully” y la interpreta con su ukelele. Todos los cortes merecen la pena, sin duda, pero por destacar alguno, es la hermosa “Don´t stop believing” en la que el cantante de los Clem Snide acaba logrando una intensidad inigualable, fruto de su talento y constancia. Un disco que te recomiendo.

Julio Demonio

 

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