NACHO VEGAS 03NOV11-LA CASA ENCENDIDA-MADRID

Que la sonoridad de las canciones de Nacho Vegas va intrínsecamente ligada a la poesía ya lo sabíamos. Que iba para filólogo y desembocó en el rock, también. Pero lo que no conocíamos eran algunas de las situaciones absurdas que envuelven y originan temas nuevos que el músico acumula en la recámara, como el inédito “Canción de ninguna parte.

En la primera jornada del Festival Internacional de Poesía Yuxtaposiciones 2011, celebrada el pasado jueves en La Casa Encendida (Madrid) y con un auditorio lleno, el músico habló de Canción de ninguna parte, destripó su argumento, pero al final, cosas de Nacho Vegas, no tocó la nueva composición. Este fue el monólogo que arrancó las risas del respetable:

“Hice un viaje con una amiga a Huelva. Antes de llegar nos perdimos y acabamos en Portugal”, explicó sobre el tema en un arranque de compenetración con el público. Y continuó: “Hubo un momento en el que no sabíamos si estábamos en España o en Portugal, fue muy extraño”. En ese instante, asegura, escribió la primera de las tres estrofas de la canción. La segunda, detalló, surgió en mitad de un vuelo de Valencia a Mallorca. Por un problema entre dos pasajeros, que resultaron ser hermanos, el vuelo estuvo a punto de regresar a Valencia. Al final todo se solucionó, el avión siguió rumbo a su destino y a Vegas se le ocurrió la segunda estrofa de la canción: “También fue muy extraño porque no sabía dónde estaba. En un lugar perdido del océano entre Valencia y Mallorca”. La tercera y última estrofa de la composición sí tiene ubicación física: Gijón. Mientras el músico paseaba con un amigo y su perro por el puerto vieron cómo el perro de una mujer caía al mar: “No sabíamos qué hacer y nos dirigimos a un policía, que sólo nos indicó: ‘Autoridad portuaria’. Me encontré otra vez en ningún sitio, en mitad de la autoridad portuaria”. Entre las risas del público, Nacho lo pensó mejor y añadió: “Pero no voy a tocar Canción de ninguna parte. Mejor tocaré otra”. Más risas.

En poco más de una hora, el artífice de La zona sucia alternó temas como “Ocho y medio con canciones de su colaboración con Bunbury, como Días extraños” , y joyas como “Canción del extranjero”, adaptación de Leonard Cohen. Las intervenciones de Vegas se intercalaban con micropoemas de Ajo, directora de este multicultural festival, recitados, con arte, por Vegas: “Yo soy continuamente yo. Retuerzo algunas palabras hasta que significan lo que quiero. Yo soy continuamente yo y cuando callo es cuando hiero”. Los versos de Ajo en boca del músico también dieron paso a esperadas novedades, como es el caso de Cómo hacer crac, canción que da nombre al último trabajo de Nacho Vegas.

Fue una noche íntima, lírica y reveladora: Nacho Vegas se destapó como monologista, incluso en ocasiones con humor.

También puedes leer esta crónica en ROLLING STONE.

MMC

 

 

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