DISECCIONANDO A ALIS

ALIS 01DIC11 – EL SOL

Material de Disección, el último disco de Alis, es tan sólo una excusa que Pachi García se ha inventado para remover algo en nosotros. Con el objetivo de causar sensaciones y levantar sentimientos, este veterano de la música – han pasado ya algunos años desde que en 2006 publicara su primer disco homónimo– ha decidido abrirse simple y llanamente en su cuarto trabajo.

Cierto es que Alis describe en blanco y negro el universo al que se dirige en “Telescopio”, segundo corte de Material de Disección, sin embargo rojo y azul fueron los colores entre los que se presentó el pasado jueves, 1 de diciembre, en la sala madrileña El Sol. Con estas luces iluminándolo, el músico de Jerez estuvo al frente de un concierto que contó con tres partes diferenciadas, la primera de ellas, marcada por temas de su último trabajo que casi siguieron el orden dictado en el disco.

“Viaje en Zepellin”, el ya nombrado “Telescopio” (en la grabación de los teclados y guitarra participó Leiva, Pereza), “Boomerang” o la canción que da nombre al álbum, fueron algunos de los temas que protagonizaron este fragmento de la noche. Todos ellos estuvieron acompañados de imágenes ilustrativas  proyectadas en una gran pantalla. Si hay algo que caracteriza a Alis es el peso que da al diseño artístico en sus trabajos. Muestra de ello, por ejemplo, es su último videoclip, “El Alumno Oyente” (que tampoco faltó en el set list de El Sol). Obra de Ignacio Martin Lerma y Miguel Amoedo, el vídeo se presentaba en exclusiva hace algo más de un mes en la página web de Radio 3.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=Eli1edXnDPQ[/youtube]

La segunda parte del concierto del jueves nos trasladó a universos marcados por temas que empiezan a hacerse obligatorios en los conciertos de Alis, es el caso de “Mínimo”, perteneciente al disco de mismo nombre publicado en 2008. Pese a recuperar alguna canción del pasado, en esta parte la disección de Alis continuó.

No hay mejor palabra para describir el estado de catarsis que llega a alcanzar el músico que ha conseguido hacer de este disco el más íntimo de su carrera.  Tras desaparecer del escenario y volver a subirse a él, como manda la tradición, el tercer acto fue el de despedida.   Atrás han quedado una veintena de conciertos, por delante otros tantos más que seguirán sacando lo mejor de un músico que voluntariamente ha decidido  ofrecer su nariz, su pulmón y demás órganos  y extremidades para que todos montemos una fiesta con Fanta y con sorpresa!

MMC

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