NAJWA NIMRI: “AÚN NO SE HA MEDIATIZADO LA IDEA DE QUE LA ELECTRÓNICA ES OTRO MEDIO DE EXPRESIÓN”

De universos paralelos, de beber software del Santo Grial y de sitios sacados de cómics y de amigos freaks, surge Donde rugen los volcanes, el último disco de Najwa Nimri. Es una vuelta de tuerca al sonido electrónico que sobrevolaba sus discos anteriores. Ahora, mucho más bestia y “menos vendible”, éste domina las canciones de Najwa. “No estamos haciendo una fiesta alegre, estamos intentando meternos en el mundo y lleva su trabajo” comenta la música cuando se le pregunta por lo “arriesgado” de este nuevo sonido. En junio  ella y Raúl Santos visitaban Hard Rock Cafe para ofrecer un concierto mezclando nuevo repertorio como ‘A ver si me das’ con canciones antiguas y ¿reveladoras?: “I want my Money, I want your money , He wants your money” cantaba ya en 2007.

 

¿Qué tiene este disco de la “hipnosis-patada” a la que habéis hecho referencia en alguna ocasión?

Najwa: Era una idea sobre todo para el directo. Consiste en tener a la gente como obnubilada en el concierto, hipnotizada… y de repente despertarles de golpe. Estamos con un sonido y luego metemos sonidos que te sacan del matrix. Estamos permanente jugando a eso.

¿Es una apuesta arriesgada, viniendo de ‘El último primate’?

N: Es complicado de vender pero más agradecido de trabajar para nosotros. Aún no se ha mediatizado la idea de que la electrónica es como otro medio de expresión. Como cuando se tocaba la guitarra acústica y entró la guitarra eléctrica en acción. A la gente le parecía una aberración. Con la electrónica igual, se puede llegar a afinar muchísimo. Lo que pasa que siempre está la tentación muy cercana de encontrar un sonido que te haga cerrar una canción que funcione. Aunque funcione, si no nos gusta, no nos gusta. No estamos haciendo una fiesta alegre, estamos intentando meternos en el mundo y lleva su trabajo…

Os movéis en una electrónica en el que el peso de las letras de las canciones  es importante. Hay temas muy agrios como ‘Nunca estuve a salvo’

N: Es la primera que hicimos hace dos años, tiene la cola del último primate. Era un riff de guitarra continuado…era muy extremo duro. El peso estaba puesto en algo mucho más crudo, no estoy volando como vuelo en el resto del disco. Pero me gustaba mucho y la hemos adaptado. Es algo que todo el mundo está notando, lo cual me pone muy contenta. Me doy cuenta que la gente entiende el álbum tal cual es.

La electrónica tiene mensaje, el sonido tiene onda y color. Muchos de los Djs que descartamos como Djs se dedica a estudiar esto. Lo que pasa que es muy sensorial, lo recibes de una forma muy diferente a cantar jondo. Cuando te deshaces del mensaje emotivo y entras en algo más sensitivo y a hablar de terrenos en los que se bebe software, el Santo Grial, letras más fantásticas… entras en una película distinta que es en la película que queremos meternos.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=fnFWDWkZWao[/youtube]

Decís en una de vuestras canciones: “Tenemos una misión , resucitar a los vivos y que corra la voz”. ¿Este disco puede ser una forma de resucitar a vivos?

N: Es que no tengo ni idea. Para mi tiene la importancia que tiene, que es toda. Nosotros estamos de risas, no hacemos una misa antes de salir al escenario… de repente escribes lo que te da la gana. Para mi en ese momento era eso, pero prefiero decir : “resucitar a los vivos y que corra la voz, telépata de la lengua de fuego, tenemos una misión”. No estoy diciendo “vamos todos juntos porque el dinero está consumiendo…” deduce lo que quieras, pero lo digo en clave de mí. En lugar de hacer una queja específica sobre el capitalismos o lo que sea en donde estemos ahora mismo, pues hago eso.

¿Debe tener la música esa misión?

N: Creo que la tiene claramente. Lo que ha cambiado es que ya no tengo que dar la chapa contándote lo que ha pasado, porque tú ya sabes lo que ha pasado. Ya no hace falta héroes, no hace falta un Bob Dylan. No creo en eso. De hecho la gente que más increíble me parece no tiene cara y se marcan unos shows en los que de repente te da vueltas la cabeza  y lo hacen con sonidos.  O lo hacen con mensaje sin que se les vea claramente. Yo por desgracia estoy ligada a eso, todavía, pero creo fielmente en que la protesta no tiene que tener cara. Y no solo yo, lo cree un montón de gente. No creo en los grandes sermones, no creo en la política. Soy apolítica. No les conozco, no sé quienes son…. Soy apolítica pero no desde la protesta,  sino dese un profundo sentimiento de desarraigo: no me los creo para nada. No escribo sobre políticos porque no sé quiénes son. Hablo de telépatas. Prefiero estar ahí. Lo que me estoy dando cuenta es que luego la gente lo escucha y te pregunta sobre estas cosas. Y es como: ‘joé, no me hagas entrar ahí porque no quiero entrar ahí’. (risas). Me gusta, claro, porque veo que se recibe, que es la intención.

¿Cómo se llega a los conceptos que aparecen en las canciones de Donde rugen los volcanes?

N: Pues gracias a muchos amigos frikis. Somos un grupo de gente trabajando al mismo tiempo hacia el mismo sitio, pero sin tener que dirigir a nadie. Yo no me dedico a dirigir a nadie. Surge de la frase de un amigo, en permanente feedback con lo que me rodea. Yo sabía que este año tenía que ser un año en el que estuviéramos juntos.  Si no eres muy conciso con lo que ofreces y no tiene una forma muy clara,  a la gente no le llega. Hay mucha oferta de todo.

¿Y  estáis llegando a la gente?

N: Conseguir estar en iTunes entre un montón de remezclas de Café del Mar y de recopilatorios está muy bien. Portishead, por ejemplo, o Björk están al final. Manejarte entre esos puestos, está bien porque lo que estamos haciendo no es un recopilatorio de remezclas, es algo nuestro.

¿Cómo veis el mundo de la música electrónica en estos momentos?

Raúl: Está en su mejor momento. Hay un montón de músicos que están haciendo buena electrónica y entre ellos queríamos estar. Creo que ha habido un tiempo de intentar fusionar la electrónica y ahora ha vuelto, a tope. Nosotros vimos súper claro que este disco debía ser electrónico ya.  Totalmente electrónico, sin intentar hacer pop ni rock. Bombos más concisos, sin hacer house tampoco…. Sabíamos de lo que queríamos escapar.

N: El lenguaje tiene que cambiar, el sonido también. Pero también pueden convivir con formas de toda la vida, cada uno que haga lo que le de la gana. Las grandes marcas se han encargado de que la electrónica suene de una manera con Djs muy populares. Y no es sólo eso. Hay un abanico de posibilidades donde hay gente que intenta hacer cosas con otra dirección.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=Thrn-3Zzir8[/youtube]

MMC

Puedes encontrar parte de esta entrevista en el número de julio de la revista ROLLING STONE

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