David “Romerman”, Javi “Lucky Lucas”, Dimitri “Ambición Rubia” y José “Cuélebre” son los Yakuzas, una banda de rock´n´roll de Chamberí (Madrid), con muy poca vergüenza y muchas ganas de pasarlo bien. Tanto que, recién grabado su primer álbum, Chamberí Rock City (Fonoraptor), no paran: Si bien la pasada semana telonearon a una de sus bandas de cabecera, Warrior Soul, en la que reconocen como su segunda casa, Gruta 77, el próximo jueves, día 15 de noviembre, presentarán oficialmente su trabajo, lo cual se convierte en uno de los eventos imprescindibles en la agenda de conciertos otoñales de la capital. Para abrir boca, Cuélebre (batería), le ha contado los detalles a La Casa con Ruedas.

En primer lugar, pongo sobre la mesa las preguntas obligadas de cómo os conocisteis y cómo decidisteis formar la banda…

Todos nos conocimos en la Facultad de CC.II de la Universidad Complutense. Es lo único bueno que sacamos de allí, conocernos y dar a luz los Yakuzas; y la banda surge a raíz de las ganas de Romerman y Lucky Lucas de ligarse a todas las tías de la facultad calzándose una chupa de cuero, y claro, cuando le contaron a los otros dos miembros de la banda (Dimitri “Ambición Rubia” y Cuélebre) sus intenciones, evidentemente se subieron al carro ¿quién sería capaz de negarse?

¿Y eso en qué época surgió?

Llevamos recorriéndonos los escenarios de Madrid y de cualquier sitio donde nos dejen ir a liarla desde 2007. Breve pero intenso. En esos cinco años ha habido mucho rock´n´roll, y lo que nos queda…

¿Cuáles han sido durante este tiempo vuestras influencias musicales?

Tenemos mucho del rock´n´roll “made in Detroit”. Entre nuestras principales influencias se pueden encontrar bandas como MC5, The Dictators, The Stooges… ¡Todos queremos ser como Iggy! Aunque no sólo nos fijamos en lo que se hace fuera. Mucha gente nos dice que, aunque nuestra música es muy garajera, las letras tienen un toque a lo Burning que le da a la banda ese puntito de chulería y actitud que tanto nos gusta. Es todo un halago que nos vinculen a una banda tan mítica en este país como Burning.

¿Con qué grupos actuales, a nivel nacional e internacional os identificáis?

De fuera, como comentaba antes, nos quedamos con bandas como MC5, The Dictators y The Stooges. También nos gusta mucho Gluecifer o The Michelle Gun Elephant. De aquí, evidentemente, Burning, o por ejemplo, Los Eskizos, una gran banda gallega de los 80. Todas, son bandas que creemos ejercen una gran influencia sobre nosotros a la hora de componer nuestros temas.

…Y, hablando de ello, ¿Cómo trabajáis vuestros temas?

En cuanto a la composición, la mayoría de las veces Romerman (David) y Dimitri “Ambición Rubia” alguna vez también, traen la letra y unos acordes básicos, a partir de ahí nos encerramos los cuatro en el local y ponemos a funcionar la maquinaría para que cada tema suene como un puñetazo en la cara.

¿Cómo habéis llegado a grabar?

Pues como cualquier banda, cuando nos dimos cuenta de que ya teníamos unos cuentos temas en el cajón decidimos que era el momento de plasmarlos en un disco, algo que nos hacía especial ilusión así que nos pusimos a la obra y por fin tenemos en nuestras manos “Chamberí Rock City”, que presentaremos en la sala Wurlitzer Ballroom este jueves, 15 de noviembre.

¿Cómo fue ese proceso de grabación?

Una mezcla de diversión y aprendizaje. Lo grabamos con Antonio Astray en los estudios Fonoraptor.  Astray hizo un trabajo impecable y además nos enseñó toda la dinámica del proceso de grabación, algo muy importante a la hora de entrar a un estudio.  Disfrutamos mucho, y supuso una gran experiencia que esperamos volver a repetir pronto.

¿Cómo llegó Astray a vuestras vidas?

Nos conocimos en Gruta 77, donde dimos nuestro primer concierto como banda. Es un sitio donde hemos tocado muchísimas veces y Astray es el técnico de sonido. Al final, tras ir una y otra vez,  nos terminamos haciendo buenos amigos y, a partir de ahí, todo vino sin darnos cuenta: entramos a grabar a su estudio y se convirtió en el Sensei de los Yakuzas.

¿Por qué ese título?

El título del disco se lo debemos a nuestro querido Luisan, el quinto Yakuza. Estábamos teniendo bastantes quebraderos de cabeza para conseguir un nombre que recogiera la esencia del grupo, y de repente llegó él y sin pensárselo, dijo: “Chamberí Rock City”. Todos nos miramos e inmediatamente supimos que ese era el nombre ideal para nuestro primer disco.

¿Cómo vais a mover vuestro primer trabajo?

Saldrá a la venta el mismo día de la presentación y estará disponible en varios establecimientos de Madrid, además de poder conseguirse contactando con nosotros por correo electrónico o a través de Facebook. Después lo intentaremos mover y presentar por todas partes; queremos todo el mundo conozca a nuestro niño y vea lo guapo que es.

¿Qué sentisteis al ganar el Villa de Madrid este año?

Fue una experiencia increíble. Ese día Romerman estaba sin voz, pero se subió al escenario y la sacó de donde no existía, lo dimos todo ahí arriba. Había muy buenos grupos y no nos lo esperábamos para nada. Cuando dijeron nuestro nombre nos volvimos locos, todos estábamos pensando: “¿En serio?”.

¿Fue lo más importante en vuestra carrera hasta ahora?

De momento es el premio más importante que hemos conseguido junto con el Festimad, que lo ganamos el año anterior.

¿Cuál creéis que ha sido vuestro mejor concierto?

Esa pregunta diría que es imposible de contestar, cada concierto es un mundo y todos tienen sus particularidades. Aunque si nos tenemos que quedar con un concierto sería el que dimos en Universimad, ya que ganar el Villa de Madrid para nosotros fue tremendo. Ese día y ese concierto estarán en nuestras cabezas para siempre.

¿Influye el público?

El público es vital. Además nosotros somos una banda que desde el minuto uno intenta conectar con él, nuestros directos se nutren de ese feedback entre lo que está pasando arriba y lo que está pasando abajo.

¿Mejor en salas o en grandes escenarios festivaleros?

De momento no tenemos mucha experiencia en escenarios gigantes, hemos pasado por alguno pero creemos que nuestro sitio está más en salas de tamaño medio. Son más acogedoras, se puede sentir al público más cerca y sudar, gritar y hace el salvaje a su lado. Evidentemente, si hay que subirse a un pedazo de escenario festivalero a fliparlo, nosotros encantados de hacerlo.

A raíz de eso y, dado el fenómeno festivalero que se está desarrollando en nuestro país últimamente, ¿Qué opináis sobre el tema?

Creemos que los festivales son una parte muy importante de la música. Reúnen a muchos grupos y la gente puede ir a ver a varias de sus bandas favoritas por un precio razonable (casi siempre). Y para las bandas también es algo fundamental. Hay que tener en cuenta que, ahora mismo, los grupos viven de dar conciertos, no de vender discos; así que, todo lo que sea subirse a un escenario a mostrar tu música, es bueno.

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María Cuevas