Con el cartel de “entradas agotadas” y un lleno absoluto, Heavy Trash tenía gran parte de la noche ganada. Tras unos teloneros (LCDD) prescindíbles (su noise poco tenía que ver con el conciertazo que el señor Spencer & Co habían preparado) y algo de retraso salieron Jon Spencer, Matt Verta-Ray y compañía a darlo todo.

Abrieron con “The Loveless” y desde ese instante dispararon con bastante velocidad muchas de sus grandes canciones, paseando por sus tres discos en tandas de cuatro o cinco canciones entre las que Jon, como el gran showman que es animaba al público y caldeaba el ambiente con sus bailes y charlas de predicador. No faltaron “They were Kings”, “Kissy Baby” o “Way Out”, aunque sí se echó de menos “Bumble Bee”. Trás un parón volvieron con un setlist un poco más calmado para despedirse, esperemos que por poco tiempo, tras una hora larga de concierto que se hizo muy muy corta.

Alfonso Sanguino