LCR EN EL AZKENA ROCK FESTIVAL (III PARTE)

Llegamos al sábado. Día en el que aumentó la presencia femenina pero bajó la calidad musical. Para mí el día más flojo del cartel en su conjunto, pero que no defraudó y tuvo destellos de magia que acabaron entrando entre lo mejor del fin de semana. Y es que si ese día lo formaban Brian Setzer, Band Of Horses o Gregg Allman, entre otros, no podía acabar sino, cojonudamente.

Eran las 17:30 de la tarde, cuando “the power of guitars” nos guiaba hacia el escenario de la carpa para presenciar, desde Ohio, el show de los punk-rockers The New Bomb Turks. La tardía sobremesa, el calor y la falta de sueño, no hizo del concierto algo memorable para un servidor, aunque contribuyó a activar el mecanismo y ponerse alerta por si algo grande ocurría en los posteriores conciertos.

Los tíos se lo curran. Tienen canciones muy pegadizas y saben como llevarse a la gente a su terreno en los directos. Anfetamínico bolo.

Nota: 6´0

Y así fue como llegábamos al escenario principal a disfrutar de The Avett Brothers que me dejaban un gran sabor de boca, con un concierto soberbio, y una ejecución sorprendente.

Mezclando el folk, pop y hasta ciertos ramalos punk en sus canciones, desarrollan un sonido bastante personal, perfecto para presenciar tumbado desde el famoso lateral de césped del azkena a esas horas de la tarde y dejar sorprenderse. Yo directamente me he hecho ultrafan de esta banda liderada por los hermanos Avett que son presente y futuro de la nueva generación de neo-folkies que empiezan a sonar en radios de todo el mundo.

Una de las actuaciones más entusiastas y coloristas del festival que el Azkena aplaudió unánimemente.

Nota: 8´0

Otra de las bandas a las que más ganas tenía de incar el diente en este Azkena eran Band Of Horses. Mis expectativas eran altísimas respecto a este concierto, pero se quedaron incluso por debajo de lo allí visto y es que el sonido y la ejecución fueron inconmensurables. Quedamos totalmente lapidados de emoción. Un privilegio poder estar ahí y sentirte parte del festival en conciertos como éste.

Ben Bridwell, motor del proyecto, es un talento privilegiado y con el sobran las presentaciones. La banda se sintió como en casa y el respetable tuvo parte de culpa de que dieran tan enorme directo ya que apoyó y ovacionó en todo momento al grupo, a los que se veía muy relajados y disfrutando del momento, en el que a la postre sería el último concierto de la gira europea antes de volver por tierras norteamericanas.

Sonaron gran parte de las joyas que conforman su último disco, Infinite Arms, Laredo o Northwest Apartment, que en directo suenan perfectas y otras como The Funeral o Is There a Ghost que definen perfectamente la naturaleza de la banda, un melancólico y preciosista atardecer en el que las emociones afloran por medio de intensas canciones.

Cuando nos queríamos dar cuenta se estaban despidiendo de Vitoria y Vitoria de ellos con el corazón en el puño y una sonrisa de oreja a oreja.

Nota: 9´0

La actuación de Gregg Allman me pareció bastante difusa y es que después de la intensidad vivida con el concierto anterior, era bastante previsible desconectar en un concierto bastante pausado y falto de garra.

Pero Gregg dio un concierto honesto.  Sonaron clásicos de los Allman Brothers y es una leyenda viva y hemos de agradecer que siga regalando su música y su voz al mundo y sólo por eso mereció la pena estar allí.

Nota: 6´0

La hora de la cena me privaba de un bolo al que le tenía bastantes ganas, Bright Eyes. Pero la pena se pasaba rápido al ver aparecer el rubio tupé de Brian Setzer, un tío al que siempre le fue el “rumble” y la marcha y que contagió la verbena a todo Mendizabala en uno de los bolos más aplaudidos del festival.

Además pudimos presenciar la incursión en el escenario del carismático Slim Jim Phantom, ese rocker que nació con unas baquetas bajo el brazo y que compartió cientos de batallas con Setzer en su banda de toda la vida, los Stray Cats. Escuchar el Rock This Town en el Azkena fué cumplir un sueño y es que estos diez años de festival se pueden inmortalizar en ese momento mientras el graderío se viene abajo apabullado por el himno en cuestión.

Sonaron muchos más hits de su carrera en solitario además de los previsibles de los Stray Cats y servidor no había visto tanta cadera rota bailando junta en las seis ediciones de festival a los que he tenido la suerte de asistir.

Nota: 8´5

El lider de la banda británica The Jam, Paul Weller, era el encargado de proseguir con el festín y aunque no se preveía un concierto demasiado marchoso, The Modfather, elegió un repertorio rockerete y dio un show disfrutable, aunque reconozcámoslo, lo que pedía el cuerpo tras la orgía de Setzer era acción y no fue precisamente Apocalypse Now…

Mentiría si dijera que presté mucha atención al concierto y es que acceder a las barras a refrescar el gaznate acaparaba toda mi energía en esos momentos.

Nota: 6´0

Una lástima la caída de Danzig a última hora del cartel y es que el festival iba llegando a su fin y Thin Lizzy eran los encargados de cerrar en el escenario principal, sustituyendo a los anteriores, pero algo me decía que ese refrito de canciones sin el desaparecido alma matter del grupo, Phil Lynnot, no iba a ser plato de buen gusto para un escéptico como yo en cuanto a este tipo de reuniones y decidimos mudarnos al escenario pequeñajo a presenciar el último gran evento del festival, la toma de posesión de una gran banda patria de country y rock grasiento, llamados Arizona Baby, del lugar que les corresponde.

Un, como siempre, locuaz Javi Bielva, nos iba presentando las canciones una por una, ante un público, en parte fans, a los que no les hacía falta presentación de esas pedazo de canciones ya más que familiares para todos.

Second To None es un disco mayúsculo y se han ganado al público de todos los rincones por los que han ido presentándolo. Y ahora era turno de tomar la alternativa en el Azkena de modo triunfal. ¡Larga vida a Arizona!

Y hasta aquí podemos leer. El resto de la noche la pasamos merodeando por las carpas haciendo lo que se preciaba; el air guitar.

Hasta aquí otra gloriosa edición de NUESTRO festival. ¡El año que viene más!

Texto: Guille Fernández

Fotos: Tom Hagen

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