THE NEW RAEMON – SALA EL SOL – 15NOV12

Tres cuartos de aforo en la madileña sala Sol recibieron calurosamente a Ramón Rodríguez y su tropa. Octeto en el cual destacaba como novedad la inclusión de dos metales justificando así su gran protagonismo en su última reseña Tinieblas, Por Fín.


The New Raemon abrió el set dando protagonismo a novedades como “Galatea” o el tema que da nombre a su última propuesta, mientras el sonido iba ajustándose y ganando enteros poco a poco. El receso bromista centrado en sus problemas con la cejilla y la retrospectiva a su anterior Libre Asociación marcaron a un público que gozó de lo lindo, entusiasmado ante la mayor contundencia que ofrecían temas como “Sombría satisfacción”,“En el valle” o “Consciente hiperconsciente” con la cual se llegó al ecuador del concierto.

En solitario, Ramón encaró una breve parte acústica tintada de declaración de intenciones futuras –Ya no habrá mas hits- balbuceaba tímidamente antes de agarrar su ya habitual mini-martin con la que nos mostró en íntimo formato, como de costumbre, “El fin del imperio” y como huida de la obviedad “El Verdugo”, cosa que, a buen seguro descolocó a la sala que esperaba escuchar mas extensamente algo de sus primeras referencias.

Una recta final dedicada casi en exclusiva a Tinieblas… que fue finiquitada por la extensa y compleja “Devoción” dio definitivamente el punto de control necesario para confirmar que Ramón no va en broma con eso de que –Cuando haces pop ya no hay stop- no va con él.

A pesar de que el público en general no se mostró demasiado receptivo debido a esta intricada y enigmática propuesta de cierre, no perdonó reclamar un bis que nos concedió veinte minutos más de show, concluyendo con una gran “Llenos de gracia” rabiosamente interpretada por un Sr. Rodríguez que se desgañitó con huevos.

Me da que el bueno de Ramón quizá empieza a estar hasta esos mismos huevos del New y metamorfoseándose fuera del cálido capullo que le otorgaba el territorio indie. Suposición basada en un talentoso y prolífico artista que, como bien demuestra su trayectoria, huye hacia delante. Pese a quien pese.

Miguel Ángel Ortiz

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