Pasadas las tres y media de la mañana se apagaban las luces del escenario del séptimo Brujas Festival. Después de meses de trabajo, de cambios de fecha y de ubicación, de confirmaciones de última hora, después de todo, la Asociación Brujas Sound había conseguido que este año de crisis sea el que más público ha congregado desde que se hicieran cargo de su organización. Alrededor de 900 personas disfrutaron durante más de cinco horas de música de los conciertos de Narco, Dremen, Teething y los grupos locales Spin The Black Hole y Par 23.
Foto: Spin The Black Hole (por MMC)
Precisamente ellos, Par 23, eran los primeros en subir al escenario, puntuales alrededor de las 22.00 horas. Con escaso público, aún reticente a entrar en el recinto, cuajaban un concierto basado principalmente en los temas de su segundo disco, Cero, versión de “Autosuficiencia“, de Parálisis Permanente, incluida.
Después llegaba el turno de Spin The Black Hole, que comenzaban sin contemplaciones su último concierto antes de una temporada de parón. “Una vida atrás” y “Desde el suelo”, los dos temas más cañeros de su única grabación hasta el momento, abrían sus cuarenta minutos con un repertorio en el que también hubo hueco para alguna novedad.
Teething fue el siguiente. La inyección extra de watios, que se notaba en el bombo durante el chequeo de sonido, ya dejaba entrever la descarga de hardcore que aguardaba a los allí presentes. Había curiosidad entre el público por ver sobre el escenario a estos autoproclamados fans de Napalm Death o Brujeria y los madrileños no decepcionaron. Durante poco más de cuarenta minutos ofrecían un frenético y abrumador concierto compuesto principalmente por las canciones de su único EP homónimo publicado hasta la fecha.
Foto: Teething (por MMC)
Foto: Narco (por MMC)
Con el público ya calentito saltaban al escenario Narco, cabeza de cartel indiscutible del Brujas Festival de este año y reclamo principal de la mayoría del público. Los sevillanos demostraron por qué siguen siendo un referente del rock estatal después de 15 años, y lo hicieron además sin contemplaciones, con un aplastante directo en el que presentan los temas de su último disco Alita de Mosca, remezclado recientemente bajo el nombre de La Rave del Infierno. “Sotánico”, “Son ellos” o “Hace falta una guerra” sonaron junto a clásicos de la banda como “Vizco”, “DJ muerto”, “La cucaracha” o “La hermandad de los muertos”. Hora y media después, bis incluido y con un público entregado, cedían el turno a Dremen.
Los metaleros dejaban hueco en la pista para los amantes del hip-hop que disfrutaron de lo lindo con la propuesta de Dremen, con Tony Karate y 1101vs13 a los platos y los mc’s L.E. Flaco, Bman Zerowan, Ke lo, Tawas Mc y Tosko rapeando en español, francés e inglés sobre bases de drum’n’bass con un resultado muy bailable que consiguió animar al público desde el minuto uno. Un grandísimo fin de fiesta para una de las mejores ediciones del Brujas Festival. El año que viene más.
Miguel LCR
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